Mateo Valencia Flórez, terminando una de sus pinturas a gran escala. 

Foto | Luis Trejos | LA PATRIA 

Mateo Valencia Flórez, terminando una de sus pinturas a gran escala. 

Mateo Valencia Flórez encontró la forma de retratar la guerra a través del arte. Él es artista plástico y urbano de Manizales, y desde hoy hasta fin de mes tendrá abierta su exposición ‘La violencia del cuerpo’, en la Alianza Francesa de Manizales. 

Valencia lleva alrededor de 11 años pintando en gran formato con murales comunitarios y dando talleres de pintura. 

Para esta ocasión, la exposición, que estará en la Galería L'etoile, es el fruto de un trabajo de investigación académica. “La intención es darle una apertura para que la gente pueda acercarse y ver un poco de los imaginarios colectivos en cuanto a la violencia en Colombia, hablando desde el conflicto armado, la violencia de género y la narcocultura”, expone el artista.

En varios de sus cuadros los esqueletos son los protagonistas. Valencia menciona que su propósito es representar la forma del cuerpo violentado a través de las imágenes y la disposición de los objetos, empleando también el concepto de lo que es la naturaleza muerta. 

Confiesa, además, que pintar huesos es un gusto hacia la forma, el estudio de los huesos y del cuerpo estéticamente. 

Argumenta: “Me reflejan demasiado: la vida, la muerte, el estar, el no estar, el pensamiento. Me apoyé mucho en él para esta obra, sobre todo, desde la disposición que normalmente no nos muestra y es ese imaginario de la violencia, de la muerte, de lo peligroso”. 

Las técnicas

La muestra artística recorre varias técnicas, desde el dibujo con lapicero hasta la pintura en pequeño formato. También hay exposición de grabado, específicamente con aguatinta  

Mateo comenta: “Son técnicas que estéticamente nos remiten a tiempos anteriores. La  idea es que la gente pueda tener el goce y el gusto de poder experimentar visualmente desde otras instancias”. 

Sobre la violencia 

Por medio del mural Mateo ha viajado a diferentes regiones de Colombia. En ellas ha podido encontrar el contraste entre lo tranquilo y lo violento. 

“Manizales es una ciudad tranquila, pero en otros territorios y espacios  la violencia tiene otra relevancia. Es el día a día, es el desayuno sobre la mesa”, lamenta Valencia. 

Así las cosas, el artista busca despertar la consciencia en los espectadores. Añade: “Hemos formado imaginarios colectivos en cuanto a la violencia, tanto que se nos vuelve algo muy normal. Ver en las noticias tantos muertos o la guerra que hay, por ejemplo, en el Cauca me impacta mucho”. 

La exposición se inaugura hoy, de 6:30 p.m. a 8:30 p.m. 

 

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