El DANE informó que en el 2022 la mitad de los colombianos consumieron alimentos de paquete. 

Foto | Luis Fernando Trejos | LA PATRIA

El DANE informó que en el 2022 la mitad de los colombianos consumieron alimentos de paquete. 

LA PATRIA | MANIZALES

En medio del primer aumento que empezaron a sentir los productos ultraprocesados en Colombia desde el 1 de noviembre, el debate sobre su efecto económico y el beneficio a la salud siguen en boca de empresarios, tenderos, comerciantes, expertos en salud y los propios consumidores que se preguntan si pagarán más por esa delicada tentación.

La medida entró en vigencia con un impuesto del 10%, pero seguirá aumentando hasta llegar al 20% en el 2025 para estos alimentos que tienen la calificación de ultraprocesados, ya que se trata de un proceso a través del cual se cambia su composición y se transforman en algo totalmente diferente, con sabores artificiales.

Por esta razón, los enlatados, las conservas, las pastas, algunos aceites vegetales y las carnes procesadas entran en esta definición, ya que pueden contener concentraciones altas de sodio, potasio y azúcares añadidos, dicen los expertos.

En boca de todos

De acuerdo con el director de la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco), seccional Caldas, Juan Carlos Franco, el comercio no va contra las propuestas que benefician la salud, pero exhorta a calcular el impacto que el impuesto saludable tiene sobre "sectores vulnerables como los tenderos".

"En términos de economía popular, el 40% de las familias del país compran sus alimentos y provisiones en las tiendas de barrio. Con esa medida ponemos en riesgo a un sector muy importante del comercio que sobrevive a partir de las ventas de los tenderos. Desde Fenalco hemos llamado a la revisión de los tiempos de aplicación y los porcentajes de los mismos. Nuestras propuestas no han hecho eco en el Gobierno", lamenta.

El riesgo

La preocupación del gremio comercial se centra en que, según cifras de Fenalco, el 95% de las tiendas del país se ubican en estratos 1, 2 y 3. La misma fuente indica que el primer año de vigencia del tributo disminuirá por lo menos un 8% de los ingresos totales de los tenderos, cuyos productos gravados representan el 32,8% de sus ganancias. "En 3 años esta disminución continua podría poner en riesgo al 25% de las tiendas y panaderías del país", prevé el sector.

Contraria a esa posición, la medida tributaria sí le genera un mejor sabor a Red PaPaz, entidad que defiende los derechos de niños, niñas y adolescentes en Colombia. La directora de la organización, Carolina Piñeros Ospina, celebra que este impuesto beneficia a la salud pública porque desestimula el consumo habitual de los ultraprocesados.

"Quien no desista de consumirlos les dará más dinero a los recursos públicos para atender los problemas de salud que puede tener cada persona por sus decisiones", añade.

No afectará

En contraste con Fenalco, Piñeros asegura que este tipo de gravámenes no afectan el empleo ni a los tenderos. "No lo han hecho en ninguno de los 73 países y jurisdicciones donde el impuesto se ha puesto en marcha", recalca.

Ella asegura que estos impuestos no son los responsables de la inflación y dice que en otros países estos recaudos han servido para facilitar la alimentación real y saludable a las personas más vulnerables.

La defensa del especialista en Nutrición Humana Jesús Sarmiento es que consumir estos alimentos aumenta el riesgo de enfermedades, con afecciones como la hipertensión, la diabetes y los problemas renales. Asimismo, señala que el consumo de estos productos puede afectar a las mujeres en embarazo y a los niños en etapa de crecimiento.

"Al controlar este proceso a través de impuestos, crearíamos un poco más de control con respecto al consumo de esos alimentos. Puede crear más conciencia para que se sepa que los ultraprocesados no son alimentos beneficiosos para la salud ni la economía personal", manifiesta Sarmiento.

Mejor para la salud

En consonancia con él, la nutricionista Elizabeth Ortiz espera que este impuesto sea efectivo, pues se combaten "enfermedades que surgen en la infancia y la adolescencia por hábitos de consumo en productos como las gaseosas, refrescos y alimentos con excesos de sodio y grasas". Además, considera que este es un avance contra la hipertensión y la diabetes, enfermedades que "han sido difíciles de controlar".

En medio de este debate, algunos compradores consultados por LA PATRIA mostraron su recelo frente al impuesto saludable y mantienen sus dudas con respecto a la frecuencia en que comenzarán a degustar el caro producto que han mantenido entre sus preferidos hasta ahora para mecatear.

Eduardo Peralta

Va a ser más complicado y toca meterse más la mano al bolsillo, pero no es nada que no se pueda solucionar. Empezaré a comprar productos más sanos, como las frutas, en lugar de los paquetes. Saldría más económico.

Hernán Quintero

Perjudica un poco al usuario porque recarga el precio. Me afecta la cuestión monetaria. Si la plata no me alcanza, compraré menos de esos productos.

Eliseo Salazar

Lo veo mal. Son productos que lleva toda la gente. Hay personas que no podrán comprar un paquete de galletas porque es caro. Tienen que escoger algo más barato.

Luz Marina Ospina

Quienes más van a sufrir son los jóvenes, a ellos les gustan las gaseosas y los paquetes. Empezaré a comprar esos productos para mis nietos con menor frecuencia.

Gloria Elena Perdomo

Uno entiende que hay personas que no tienen muchos recursos y solo compran una salchicha o salchichón. Habrá otros con más recursos que pueden consumir otros alimentos. Compraré galletas con menos frecuencia.

A fuego lento

Los ultraprocesados aumentaron en un 10% el 1 de noviembre. Sin embargo, seguirán subiendo gradualmente. En enero del 2024 subirán un 5% más y en el 2025 se sumará otro 5% (para llegar al 20%). Las bebidas azucaradas también aumentarán paulatinamente. Cada segmento de 100 mililitros (ml) de una botella o empaque con contenidos de azúcar entre 6 y 9,9 gramos aumentará en $18 desde noviembre, $28 en el 2024 y $38 en el 2025. La fórmula es similar en bebidas con 10 o más gramos de azúcar por cada 100 ml: $35 este año, $55 desde el 2024 y $65 a partir del 2025.

El menú

Las galletas, las frituras, las bebidas azucaradas, los helados, los ponqués, la confitería, el chocolate instantáneo, los embutidos, los derivados de la leche y los aderezos hacen parte de los alimentos ultraprocesados gravados por el impuesto saludable. La mortadela, el salchichón, el pan, las obleas, el arequipe, el bocadillo, los huevos, la leche, la carne, el pescado y los granos no están incluidos en este impuesto.

Más consumo en menores

Según datos del DANE, en el 2022 el 50% de la población en Colombia consumió alimentos de paquete. En el grupo entre los 6 y 11 años, el consumo de estos productos llegó al 71,5% el año pasado.

Por regiones

De acuerdo con un informe del DANE, Amazonas y Chocó fueron los departamentos con las poblaciones que más consumieron alimentos de paquete el año pasado, con las únicas tasas que superaron el 60%. En Amazonas llegó al 63,3% en Amazonas y en Chocó al 61,6%.

Afectará a los de menores ingresos

María Antonia Arango, gerente general de Súper de Alimentos, asevera que el impuesto a los ultraprocesados afecta "principalmente a los sectores con menores ingresos de la economía y encarece la mayoría de los productos del mercado para los consumidores colombianos". Recordó que, de acuerdo con el DANE, los departamentos con menor ingreso per cápita son los que más consumen alimentos ultraprocesados. Dentro de la oferta de Súper, por ejemplo, el tributo gravará la confitería clásica, las gomas y los chocolates. Solo estarán exentos productos como el agua de coco, algunos comestibles de la marca Next y alimentos de la línea BE, que no tienen azúcar.

No es positivo

El director del Centro de Gerencia y Empresa, Eafit, Martín Jaramillo, sostuvo que le "resulta difícil ver el texto de manera positiva en medio de una inflación tan alta". Sostiene que el impuesto no debería aumentar del 10% al 15% en el 2024 sin estudiar primero sus efectos. "Lo que importa no es reducir el consumo de un producto específico, sino que la gente tenga una mejor dieta", sustenta. En respuesta a la directora de Red PaPaz, Jaramillo dice que es falso que los recaudos estén estrictamente destinados al sector de la salud, puesto que, en el caso del impuesto a las bebidas azucaradas, el dinero se dirigirá al Presupuesto General de la Nación, según la reforma tributaria aprobada en el 2022.