Tensión entre sindicatos por elección de rector en la UTP

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La Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) atraviesa una prolongada crisis institucional que ha dejado al campus sin un rector titular por más de ocho meses. Desde la introducción de un nuevo mecanismo de elección en septiembre de 2023, la comunidad universitaria ha sido testigo de un complejo proceso electoral que aún no logra resolver la elección del nuevo líder de la institución.

El proceso comenzó con una consulta a los estamentos universitarios, donde cinco candidatos compitieron por el cargo de rector. De estos, solo tres avanzaron a la etapa final: Alexander Molina, quien obtuvo el 51% de los votos en la consulta, Luis Fernando Gaviria, con el 36%, y Carlos Victoria. Después de esa consulta, el Consejo Superior debía elegir entre los tres candidatos al próximo rector, bajo una figura de mayoría calificada. 

Un proceso estancado

Desde el inicio de las votaciones en el Consejo Superior, el órgano encargado de la elección del rector, el resultado ha sido una constante alternancia de apoyos entre Molina y Gaviria. En las primeras dos votaciones, Molina obtuvo cinco votos contra cuatro de Gaviria. Sin embargo, en la tercera votación, la balanza se inclinó hacia Gaviria, sin que ninguno alcanzara los seis votos necesarios para asegurar el cargo.

La situación se ha visto agravada por la extralimitación de funciones del rector encargado, Francisco Uribe, quien, según denuncias de la comunidad universitaria, emitió una resolución para reglamentar la elección del representante de los exrectores, una tarea que corresponde exclusivamente al Consejo Superior. Esta acción generó aún más desconfianza y complicó el ya difícil proceso.

Tensión entre sindicatos

En medio de la controversia, los sindicatos de la universidad han tenido un papel crucial. Sintraunicol, el sindicato de los trabajadores, y ASPU, el sindicato de los profesores, han sido particularmente vocales en su oposición a las acciones de la administración interina. 

Sintraunicol, apoyado por sectores de la comunidad académica, ha solicitado la intervención del Ministerio de Educación, argumentando que las irregularidades en el proceso electoral son inaceptables y que es necesario que el gobierno ponga la lupa sobre la UTP.

Por otro lado, el sindicato de profesores ASDO ha sido señalado como un "sindicato patronal" por su aparente alineación con la administración y su defensa de las posturas oficiales, lo que ha añadido una capa adicional de tensión al ambiente universitario.

La posición de ASDO está en contra de que el Ministerio de Educación Nacional ponga la lupa sobre los procesos administrativos de la universidad, argumentando que “Esta acción no prioriza el bienestar de la universidad ni de quienes trabajamos y estudiamos en ella. Suobjetivo es tomar el poder a toda costa, como ocurrió en la Universidad Nacional”.

Jairo Alberto Mendoza Vargas, representante de los profesores ante el Consejo Académico y quien firma el comunicado de ese sindicato, añade en el documento que la posible intervención del Gobierno Nacional podría “convertir a la UTP en un instrumento de apoyo a un proyecto político basado en malos manejos, populismo y CORRUPCIÓN”.

Intervención del Ministerio de Educación

Ante la falta de consenso, Sintraunicol ha presentado un derecho de petición al Ministerio de Educación, solicitando la intervención de la Oficina de Inspección y Vigilancia. La preocupación principal es que la universidad no puede seguir operando indefinidamente con un rector encargado y que la falta de una elección definitiva pone en riesgo la estabilidad institucional.

La situación es especialmente delicada debido a la influencia política en el proceso. El gobernador de Risaralda, Juan Diego Patiño, ha mostrado su apoyo a Gaviria, un gesto que se alinea con su cercanía a la Casa Gaviria, poderosa en la política local. 

Mientras tanto, sectores de la comunidad universitaria insisten en que el Consejo Superior respete el resultado de la consulta y nombre a Alexander Molina como rector, señalando la necesidad de un cambio en la dirección de la universidad.

Futuro incierto

El prolongado estancamiento ha revelado vacíos normativos en el proceso de elección, dejando a la UTP en una situación de incertidumbre. La falta de claridad sobre la duración del mandato de un rector encargado y las divisiones internas en el Consejo Superior han contribuido a un ambiente de tensión y frustración en la comunidad académica.

Con la situación actual, la UTP enfrenta un ciclo aparentemente infinito de votaciones sin un resultado claro a la vista. La intervención del Ministerio de Educación podría ser el factor decisivo para resolver esta crisis y devolver la estabilidad a una de las principales instituciones educativas de la región.

 

 


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