A estudiante le vaciaron un recipiente con bóxer en la cabeza

Fotos| Cortesía | LA PATRIA
La mamá de Marisol Martínez Bedoya, María Luceida Bedoya, la acompañó ayer a denunciar esta agresión. "Qué vida voy a tener de aquí en adelante con lo que le hicieron a mi hija. El sueño de ella es seguir estudiando, pero con esto no sé. Estoy muy preocupada".

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LA PATRIA | MANIZALES

El lunes, Marisol Martínez Bedoya salió 30 minutos más tarde de lo normal para ir a clases en el SENA de Manizales. Iba con una compañera subiendo a pie por la calle 55 y en la esquina de la carrera 24, de repente, un hombre se le acercó por detrás y le vació en la cabeza una coca llena de bóxer. No le dijo nada y salió corriendo.

Su compañera entró en pánico. "Nos miramos y le dije: ay Marisol, acompáñeme a la casa, y ella se puso a llorar porque empezó a oler horrible y decía que sentía que se le estaba quemando la cabeza".

Ambas estudian Tecnología de Gestión Integral de la Calidad en el Trabajo. Se devolvieron para la casa y en el baño intentaron quitarle el pegante del cabello.

Como le estaba doliendo mucho la cabeza, la llevaron a un hospital y luego de recibir atención de urgencias la remitieron a cita prioritaria para evaluar una quemadura en la piel. Había cinco pacientes más por delante, y una persona les sugirió peinarla con huevo y aceite para desprenderle el pegante, era peligroso que se le secara.

Se devolvieron para la casa y allí, con otras compañeras, con peines, champú y aceite le empezaron a quitar los residuos. "El cuero cabelludo lo tenía muy rojo y le ardía demasiado", cuenta la compañera.

Ya lo habían visto

Marisol reside en una casa de estudiantes de La Merced, donde nació, tiene 21 años. Desde febrero se vino de su municipio, donde cursaba la tecnología virtualmente, para empezar en presencialidad.

"No sabría decir qué pasó. Mi recuerdo es ver el piso lleno de pegante. Me mandé las manos a la cabeza, inicialmente pensé que era un huevo o algo así, cuando sentí el olor fuerte me empecé a marear. Sentía que me quemaba la cabeza, me ardían los ojos y me dio vómito".

Al regresar del hospital, Marisol quería ver el lugar del hecho. Con sus compañeros se percataron de que había cámaras de seguridad en el sector y pidieron los videos donde se ve todo.

"Se me cayó mucho cabello. Hoy (ayer) fui a poner la denuncia y voy para la valoración médica para llevarla a la Fiscalía. Me da mucho miedo que esa persona vuelva con otra cosa, como un ácido, porque la intención era hacerme rapar", expresa Marisol.

Sostiene que el agresor la venía siguiendo desde hace unos 20 días, ya lo habían visto en el sector y en una ocasión tenía el mismo recipiente en la mano. Lo veía saliendo o llegando de estudiar. Sin embargo, Marisol afirma que no tiene un sospechoso directo, que no tiene problemas con nadie.

"Tiene que ser alguien, más fácil un hombre, que le pagó por hacer eso. Supuestamente se habla mucho de cuidar la integridad de la mujer, pero da mucha impotencia que alguien quiera salir adelante, madrugue todos los días a estudiar para cumplir sus sueños y cualquier persona, sin razón, piense en atacar y hacer un daño de estos".

Delitos en que podría incurrirse

Son dos: injuria por vías de hecho y lesiones personales.

* La injuria por vías de hecho es cuando se ofende el honor de una persona y va desde una bofetada, escupitajo, someter a escarnio a una persona, agresión o realizar sobre ella un tocamiento o caricia fugaz o imprevista. La pena es de 16 a 54 meses de prisión.

* Hay lesiones personales cuando se causa alguna deformación física, la sanción penal podrá ser de 1 a 6 años de privación de la libertad, y económicamente una suma alrededor de 26 y 36 salarios mínimos.

* Las lesiones personales pueden ser distintas, pero los asuntos legales surgen cuando el demandado por su acción provoque lesiones. Al demostrar ambos casos, se puede recibir una compensación por el dolor y el sufrimiento soportado.

* Las lesiones menos graves están descritas como la acción de herir, golpear o maltratar a otro. En la práctica, los jueces califican a una lesión de menos grave cuando no produce incapacidad para trabajar por más de treinta días.

* Se considera una lesión leve cuando la víctima requiere más de 10 y menos de 30 días para recuperarse, mientras que se tipificará como lesión grave cuando la persona afectada necesita de 30 o más días.

* La Corte Suprema de Justicia advirtió que una vez se formule la imputación de cargos por lesiones personales culposas, la prescripción se cumple a los tres años.

Peligros para la salud

Sandra Liliana González Rendón, médica especialista en Dermatología, explica que el bóxer es un pegante sintético hecho a base de caucho que utiliza como solvente el tolueno, un hidrocarburo aromático ampliamente utilizado en el sector industrial por alta fuerza de tensión.

"Los efectos que ocasiona sobre los tejidos pueden ser tanto por inhalación como por contacto, los cambios pueden ser tanto inflamatorios como irritativos, y están relacionados con la cantidad y el tiempo de exposición. Cuando esta sustancia entra en contacto con la piel, incluida la cabelluda, por ser de secado rápido y altamente adhesiva, tiende a fijarse al tejido generando eritema, irritación, sensación de quemadura, dolor, enrojecimiento".

Agrega que en el caso del cuero cabelludo, es muy difícil de remover. "Si no se retira de inmediato tiende a cohesionar los tallos pilosos y generar irritación del cuero cabelludo llevando, no sólo a pérdida de los tallos pilosos involucrados, pues será necesario cortarlos, sino que puede generar quemaduras de diferentes grados de profundidad en la piel cabelluda".

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