Foto | EFE | LA PATRIA

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Indígenas de diferentes etnias participan en una marcha por la demarcación de tierras, y contra la violencia en tierras indígenas y el agronegocio, ayer, un día antes de la cumbre de los países amazónicos, en Belém, Pará (Brasil).

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EFE | LA PATRIA | Belém
El canciller brasileño, Mauro Vieira, anticipó ayer que la declaración de la IV Cumbre de la Amazonía, que empezará el martes en Belém, “enumerará” nuevas “metas” y “tareas” en pro de la conservación de la selva, aunque no especificó cuáles.
La Amazonía es “un bioma estratégico donde viven casi 50 millones de personas” y “exige un compromiso fuerte y una coordinación estrecha de los países”, señaló Vieira en una comparecencia ante los medios, en compañía de la ministra de Medioambiente, Marina Silva, quien remarcó que cualquier consenso será sin imposiciones.

Los participantes
Vieira y Silva recibieron ayer en el Palacio de Gobierno del Estado de Pará a los ministros de Exteriores y Medioambiente de los otros siete países que conforman la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA): Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
Ese encuentro será la antesala de la reunión de jefes de Estado que tendrá lugar entre hoy y mañana, también en Belém.
Vieira subrayó que son los países amazónicos los que “deben liderar” las iniciativas para “cuidar la región”, en un diálogo conjunto entre los gobiernos y la población local.
En este sentido, indicó que la declaración que será divulgada al final de la primera jornada fue “negociada por los ocho países” de la OTCA y “renegociada en un tiempo récord de poco más de un mes”.
Sin dar detalles, adelantó que el documento aprobado “da instrucciones a la OTCA para promover “nuevas tareas y metas” que serán “enumeradas” en el texto.

Los compromisos
Brasil y Colombia, por ejemplo, tienen el compromiso de acabar con la deforestación ilegal hasta 2030 y trabajan para que el resto de socios asuman algún compromiso parecido.
“Nuestro objetivo es reactivar los canales de diálogo con los países de la región para que, con cooperación, haya soluciones y desafíos comunes”, apuntó la minstra de Medioambiente de Brasil, Marina Silva. 
La funcionaria agregó que desde que se creó el Tratado de Cooperación Amazónica, en 1978, “muchas cosas cambiaron, algunas para mejor, pero desafortunadamente muchas para peor”.
“La Amazonía está drásticamente amenazada. No podemos permitir que la Amazonía entre en el punto de no retorno”, situación alertada por los científicos y mediante la cual la selva tropical perderá su capacidad para regenerarse y se convertirá en una sabana.
“Es imposible revertir ese proceso de forma aislada, por eso vamos a trabajar de forma conjunta”, añadió. Silva dijo que en estos encuentros “no se trabaja con imposiciones” porque “cada país tiene una dinámica”.
Sin embargo, remarcó que dos de los presidentes que estarán en la Cumbre de Belém, Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y Gustavo Petro (Colombia) vienen “con compromisos políticos fuertes”.
“Petro habla de petróleo cero y Lula de deforestación cero”, pero “estamos en un proceso multilateral y nadie puede imponer su voluntad a nadie”, manifestó.
 

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