El 26 de septiembre, desde Manizales Cómo Vamos presentaremos el Informe de Calidad de Vida, en el cual integramos y consolidamos los datos objetivos de la ciudad -que no son percepción-, en 2023. Sin contar todavía lo que ese día queremos transmitirles con varias mediciones sobre la ciudad, sí es necesario elevar las alertas sobre los datos que seguimos sin tener.
De un lado, algunos sectores avanzan sin mediciones cuantitativas confiables, en pleno siglo XXI, como el caso de la cultura y el turismo (hablamos sobre el caso del libro en la columna anterior: https://shorturl.at/gqDw5). Del otro, hay datos que solíamos tener pero se han ido desapareciendo por desinterés, incapacidad institucional y falta de dolientes en los últimos gobiernos. Por ejemplo, el dato sobre qué tanto espacio público tenemos (del que hablamos antes: https://shorturl.at/VMdTS). Además se perdieron otras mediciones que no se volvieron a contar de manera diferenciada por comunas, lo que nos ha dejado ciegos al saber cómo se desarrolla cada territorio de la ciudad.
También, dice la Corporación Cívica de Caldas, llevamos más de 250 días sin una estrategia de divulgación de datos de la Alcaldía de Manizales para el seguimiento al Plan de Desarrollo, a la ejecución presupuestal y al retraso de obras. Otro vacío al momento de medir con agilidad a la gestión pública.

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Debut y despedida fue lo que hizo el presidente Gustavo Petro con la directiva presidencial para el respeto de la libertad de información (ver: https://shorturl.at/S6Pg8). La firmó y luego procedió a incumplirla con otro discurso suyo lleno de violaciones contra los medios. Esta directiva recuerda que los funcionarios están obligados a garantizar el acceso a la información, no solo por respuestas a los derechos de petición, sino también por obligaciones legales como la divulgación por cuenta propia que deben hacer las entidades.
Sin embargo, este año se conocieron críticas al DANE por retrasos en el cronograma de entrega de datos, como los de pobreza (Ver: https://shorturl.at/yVYc0). También se han criticado las posiciones que ha tomado el Departamento Administrativo de la Función Pública al relajar las exigencias a los funcionarios públicos al revelar sus datos sobre rentas, bienes y conflictos de interés.

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Si el poder hace propaganda de los datos que le convienen, pero abandona los que no, es porque está más cerca del abuso que de la democracia. Destacan varios casos en América Latina. Desde López Obrador hasta Bukele, acaba de resaltar Javier Milei, en Argentina. En nombre de la libertad, y contra las consignas más básicas de Hayek, intervino el libre flujo de información. Sacó un decreto que limita los datos públicos que pueden solicitar los ciudadanos, incluida la información de los funcionarios; hasta creó sanciones por pedirlos (Ver: https://shorturl.at/HcTbj).
Justo en Argentina, Charly García acaba de publicar su álbum “La lógica del escorpión”. Se refiere a la fábula de un escorpión que pica a la rana que lo ayuda a cruzar el río, rompiendo su pacto de no hacerlo. Una elegía a la esencia del que no cambia, a la naturaleza inevitable que no se puede disimular. El poder tiene algo de esa lógica del escorpión: algo no le cambia. Uno de los clásicos que Charly García volvió a grabar en este álbum fue ‘Juan Represión’: algo no le cambia.