Un mercader de Bagdad mandó a su sirviente al bazar y el hombre regresó lívido y temblando de miedo.
Amo, en la plaza del mercado tropecé con un extraño y, cuando le miré la cara, era la Muerte.
Me hizo un gesto amenazador y desapareció. Ahora tengo miedo, por favor, déjame un caballo.
Me iré rápido a Samarra para poner entre la muerte y yo la mayor distancia posible.
El mercader le dio su caballo más veloz, y el hombre subió a él y desapareció en un santiamén.
Más tarde el mercader fue al bazar y vio a la Muerte entre la multitud. se acercó a ella y le dijo:
- En la mañana le hiciste un gesto amenazador a mi pobre sirviente. ¿Qué quisiste decir?
- No fue un gesto amenazador, fue un gesto de sorpresa por verlo en Bagdad. Tenemos una cita esta noche en Samarra.
@gonzalogallog