En estos momentos estoy en recuperación de una tercera cirugía de rodilla, ninguna ha sido fácil, pero con esta última quizá haya estado menos dependiente que en las dos anteriores, donde me tenían que ayudar a bañar, a ir al baño, a moverme en la cama; básicamente dependía de que una persona estuviera a mi lado para poder realizar las cosas.
Lastimosamente nos toca vivir este tipo de situaciones para darnos cuenta y darle el valor a la persona cuidadora. En mi caso, mi mamá, mi novia y mi hermana han sido las personas que han cumplido este rol. Por fortuna, sé que lo mío es una “simple” incapacidad y que en un par de semanas de cuidado volveré a realizar las cosas de manera independiente y permitir que estas tres mujeres vuelvan a la cotidianidad de su vida.
Pero en Manizales hay muchas familias que tiene a uno de sus miembros en situación de discapacidad o con una dependencia permanente, donde requieren que esa persona cuidadora esté de por vida a su lado. En estadísticas del municipio, Manizales es una de las ciudades capitales más longevas de Colombia, más de 90.000 personas mayores hoy viven en esta ciudad y muchas de ellas requieren un cuidado especial y por ende que una persona cuidadora las esté acompañando.
Una persona cuidadora es aquella que presta apoyo y acompaña a otras personas que, por motivos de enfermedad, discapacidad o por edad no pueden llevar de manera autónoma sus actividades habituales. En Colombia y en Manizales la mayoría son mujeres, quienes lo hacen por su vínculo filial y en un alto porcentaje de casos no reciben ninguna remuneración. Con seguridad me quedo corto en el contexto de esta problemática y sé que en nuestro municipio hay muchos profesionales que han investigado y escrito sobre este tema y que lastimosamente desde el sector público poco interés se les ha prestado.
Nosotros desde hace un par de años venimos pidiendo la implementación de una política pública del cuidado, sin embargo, para la Administración pasada lo único que existía era la línea tres del cable aéreo, por ende, no nos prestó atención. Con esta nueva Administración, desde el mes de enero le hemos solicitado lo mismo y hubo un primer compromiso para que quedara en el Plan de Desarrollo y posteriormente se pudiera llevar a cabo, uniendo fuerzas de diferentes secretarías que deberían estar involucradas en esta discusión, como la Secretaría de Desarrollo Social, la Secretaría de la Mujer y Equidad de Género, la Secretaría de Salud y la Secretaría de Educación.
Lo que nosotros hemos propuesto es que esta política pública sea transversal a dichas secretarías, esto para que los recursos económicos y profesionales sean mucho más eficientes y se pueda abarcar una mayor cantidad de familias. También creemos que debería ser una política pública integradora, es decir, que abarque diferentes problemas que hoy tenemos, como la violencia de género, la salud mental y la longevidad de nuestra población. Ojalá esta Administración sí tenga la voluntad política para que esto se vuelva una realidad.