Las palabras encierran conceptos que a veces son desdibujadas por su indiscriminado y continuo uso, como en el caso de Eje Cafetero, en las cuales los manizaleños no perciben esa geografía inexacta y peligrosa que contiene. Para Manizales, la capital del departamento de Caldas, el concepto de eje y, además, cafetero, la induce a mirar al sur poniendo su atención en Pereira y Armenia, descuidando el oriente de su departamento. Para los manizaleños el departamento de Caldas llega hasta Letras. Y se acuerdan, de vez en cuando, que hay otro Caldas, al cual se llega volteando en Petaqueros, cuando se va a Bogotá.
Estamos dejándonos absorber por Pereira y Armenia mirando al sur, como si el Antiguo o Gran Caldas aún existiese. Claro que todo tiende a eso. Hay una autopista que nos acerca a Pereira, y a Marquetalia se llega por una tortuosa carretera, eso sí asfaltada, después de 4 horas de recorrido. Resalto, ese es el departamento de Caldas, y Manizales tiene una obligación con esa región. Manizales debe integrar esa región, fungir como líder e invertir para orientar el desarrollo de todo el departamento y no dejarse montar en cuentos como viene sucediendo.
El ejemplo más patético es el Paisaje Cultural Cafetero, que excluye a más de medio departamento y acentúa el concepto de estrecho vínculo con los departamentos vecinos al sur, obstruyendo que miremos al oriente. Se aceptó una declaratoria que dejó por fuera a una gran región nuestra que igualmente produce café y nadie pensó en compensar a los municipios excluidos. En Risaralda y Quindío el porcentaje de no inclusión es muy diferente, porque decir que los cubre por completo sería inexacto, pero sí es cierto que en Caldas es notorio el desequilibrio. Tengo entendido que el PCC lo quieren ampliar, incluyendo a partes de Tolima, o sea se van a incluir territorios aledaños a las capitales del sur y de nuevo nadie en Caldas piensa en oriente, porque nos abruma ser eje cafetalero y ese va de norte a sur y no de occidente a oriente.
Seguramente los gobernantes en Manizales rechazan a los orientales por pobres, y ciertamente no es comparable la economía de Chinchiná con la de Norcasia o la de Dosquebradas con la de Pensilvania, así que económicamente es más interesante trabajar con esos municipios que desgastarse yendo a esas lejanías. También creo que los gobernadores y diputados caldenses no se han dado cuenta que no existe ningún Caldas grande y que somos usados por los vecinos, que sí se dieron cuenta que Manizales es un integrante definitivo y de mucho peso en la región. Necesitan ellos a Manizales, mucho más que Manizales a ellos.
La región al sur se integrará por razones de distancia, a eso no necesita invertirle el Estado un peso, esa es una tendencia. En donde Manizales debe apoyar el desarrollo es en el oriente, la riqueza como departamento está entre la cresta de la Cordillera Central y el río Magdalena. Es urgente que nos miremos primero a nosotros mismos y después nos montemos en proyectos con los ambiciosos vecinos.