Manizales tuvo la oportunidad de realizar ayer un gran debate presidencial, con la asistencia de cuatro de los candidatos más opcionados para llegar a la Casa de Nariño. La agresiva actitud de un grupo de personas que se plantó al frente del Teatro Los Fundadores, debido a que no pudo ingresar al escenario, el cual ya se encontraba colmado de espectadores, llevó a que no solo se retrasara el posible comienzo de la actividad por cerca de una hora, sino que llevó a los propios candidatos a tomar la decisión de no salir al escenario, al evidenciar que no estaban dadas las condiciones para discutir con altura y tranquilidad acerca de temas vitales para la región y el país.
Es lamentable que estos hechos ocurran en Manizales, una ciudad que se ha caracterizado por el buen comportamiento de sus habitantes, por la cultura ciudadana y por el alto nivel educativo. Lo ocurrido ayer nos marca como un lugar en la que hay demasiadas intolerancias y donde la polarización que hoy vive Colombia puede tener consecuencias funestas. La actitud asumida no solo por las personas que estaban fuera del teatro, sino por buena parte de las que ingresaron al recinto y se empezaron a comportar como si fueran barras bravas de fútbol, nos causa una gran vergüenza.
Tenemos que agradecerles a los cuatro aspirantes a la Presidencia que llegaron, como pudieron, al teatro, y que estuvieron dispuestos a debatir sus ideas alrededor de los intereses de nuestra región. La seriedad y altura con la que manejaron la situación y ayudaron a darle una salida digna evidencia que estamos ante líderes que tienen la capacidad de resolver de manera positiva y concertada momentos de crisis, como el de ayer, y encontrar salidas sensatas.
Ello permitió que, después de la hora fijada inicialmente y en un escenario alterno y sin público se pudiera desarrollar el debate que fue transmitido anoche por nuestra página web. Si bien no pudo realizarse como se había planeado el encuentro sirvió para que los cuatro aspirantes: Iván Duque, Humberto de la Calle, Germán Vargas Lleras y Gustavo Petro respondieran preguntas vinculadas a las aspiraciones regionales para los próximos cuatro años. En la edición de hoy de este diario se extractan los principales planteamientos de los candidatos acerca de la economía regional, la infraestructura, el desarrollo sostenible y la educación.
Lo ocurrido ayer nos enseña que en determinados momentos la intención de abrirse totalmente a la democracia y permitir que haya una participación del público puede resultar difícil y riesgosa. Aprendimos que para próximos eventos de este tipo, infortunadamente, tenemos que pensar en recintos cerrados y solo con transmisión por los medios de comunicación como una forma de extender hacia los ciudadanos tales ejercicios. Como coorganizadores del evento tenemos que aceptar nuestra cuota de responsabilidad por lo ocurrido, pero es necesario reflexionar acerca de las causas de fondo que están inmersas en nuestra sociedad para que haya comportamientos tan negativos.
Si hacemos un balance, quienes más perdieron con lo de ayer fueron precisamente aquellos que torpedearon el evento, porque no pudieron escuchar de viva voz a los candidatos y conocer en directo lo que piensan acerca de nuestra región, y saber de qué manera nos veremos impactados con los resultados que se obtengan el próximo 27 de mayo. Ojalá que logren reflexionar acerca de las consecuencias de sus actitudes y que hayan aprendido que no es de esa manera como se comportan los ciudadanos decentes en una democracia. No se puede llorar sobre la leche derramada, pero sería el peor error que no se reconozca su grave equivocación.