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Del discurso esperanzador que escuchamos en la posesión del alcalde, Jorge Eduardo Rojas, para dedicarse, entre muchas otras cosas, a recuperar la cultura en Manizales, pasamos muy pronto a la desazón y a la preocupación por lo que está pasando con este sector en la ciudad. El 30 de diciembre, en la toma de juramento como mandatario, Rojas aseguró frente a un teatro Los Fundadores repleto de seguidores y de su nuevo gabinete que pondría la casa en orden y que le apostaría al “rescate completo del sector cultural, de la Orquesta Sinfónica de Caldas, apoyo a eventos representativos como el Festival de la Imagen, el Festival Internacional de Teatro, el Festival Internacional de Música -Cima-, Batuta, muchos de ellos en asocio con la Universidad de Caldas”.
Se sintió tranquilidad, la confianza había empezado a aflorar bajo el eslogan de campaña de un Gobierno en serio. A mediados de marzo, presentó oficialmente la transformación del Instituto de Cultura y Turismo de Manizales (ICTM) a ser Promotora de Eventos y Turismo por un lado, y por el otro Secretaría de Cultura y Civismo, cada uno con personas a cargo. Cuando se creía que las cosas marchaban por una buena senda sobrevinieron los mismos problemas del sector en anteriores administraciones: falta de contratos para abrir servicios de bibliotecas públicas, casas de la cultura, bandas musicales, escaso apoyo financiero a eventos culturales de trayectoria nacional e internacional.
Rojas, en una posición tranquila, reposada y analítica debe evaluar cuáles son las razones que han llevado a incumplir los objetivos que se trazaron para el inicio de estas dependencias. Ya son tres meses de funcionamiento, y aunque parece pronto exigirles resultados plenos, no deberían estar teniendo tantos tropiezos, pero sí marcando la diferencia. Deberían haber iniciado poniéndose al día con deudas pendientes del ICTM al Festival de Teatro, al Grita Rock, pero eso no ha sucedido. Realizar un evento cultural no es barato, ni fácil, y la ciudad lo necesita como parte de su oferta, ahí deben estar apoyando la Promotora y la Secretaría.
Sería muy lamentable que otras ciudades se lleven alguno de estos eventos porque tienen mayor comprensión de lo cultural y cuentan con más intuición para entender que al apoyar eventos de este tipo están revitalizando la economía municipal, y a eso nadie se puede resistir, menos con una Feria de Manizales amenazada por lo que pueda ocurrir con las corridas de toros. El alcalde anunció en su programa de Gobierno que a través de la Promotora se tendrán 52 eventos para 52 semanas, quizás este año ya no se pueda cumplir esa cifra, pero la Promotora tiene que empezar a mostrar el cambio.

Por lo menos el ministro de Cultura, Juan David Correa, enterado del tema por un artículo de la columnista de LA PATRIA Adriana Villegas en la que habla de la desfinanciación del Festival de Teatro, de la retreta que no suena y de la incertidumbre en el Museo de Arte de Caldas, anunció que el Festival de Teatro tiene dispuesto un apoyo de $480 millones y hace parte de la Lista bienal. “Hay inversiones por más de 2.000 millones en la ciudad, que debe ser corresponsable y no desatender lo único que nos queda: la cultura”, agregó el mincultura y con toda razón. En lo local, no podemos seguir con más de lo mismo.