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Los venezolanos saldrán hoy a votar hoy en medio de dos hechos políticos contundentes: el desgaste del chavismo y una ciudadanía mayoritaria que quiere un cambio de gobierno y de sistema, lo que en el exterior se ve muy difícil lograrlo. Venezuela lleva 25 años sometido a un régimen, primero el de Hugo Chávez Frías que estuvo en la Presidencia 14 años hasta el 2013, cuando murió, y desde hace 11 años el de Nicolás Maduro Moros, que va hasta el 10 de enero del 2025. Chávez dio los primeros pasos hacia el deterioro del desarrollo y la calidad de vida, y Maduro lo concretó.

Unos 7,7 millones de venezolanos con sus familias han tenido que migrar a distintos países (siendo Colombia el mayor receptor) debido a una crisis económica y democrática de dimensiones incalculables. Lo que empezaron a vivir fue una hiperinflación prolongada, devaluación de la moneda, salario en los mínimos, caída de la producción de petróleo, escasez de alimentos y de medicinas, difícil acceso a servicios básicos de salud y de educación, pérdida de libertades ciudadanas, persecución de opositores políticos, detenciones arbitrarias, crímenes de lesa humanidad. Todo esto bajo un gobierno que es un régimen autoritario apoltronado en el poder y señalado de corrupción por varios países del mundo.

Lo que ilusiona a Venezuela es intentar la reconstrucción del país, porque eso le corresponderá hacer al que llegue si no repite Maduro. Aunque María Corina Machado Parisca intentó inscribirse para las elecciones de hoy, el régimen lo impidió con sus acostumbradas maniobras, pues tiene a su servicio la institucionalidad y la mayoría de poderes. Fue la presión internacional la que hizo que el exdiplomático Edmundo González Urrutia pudiera asumir como candidato de la oposición. Machado y González se convirtieron en un fenómeno político, que según las encuestas arrasa con casi el 60% de la intención de voto para elegir al próximo presidente.

Sin embargo, a la vez un fuerte escepticismo ronda sobre esta elección. El temor es que el régimen se volvió tan habilidoso para conseguir resultados electorales a su favor, que no es nada fácil que Maduro pierda o que entregue el poder en el hipotético caso de que en las urnas gane la oposición. El propio Maduro habló con frialdad de un "baño de sangre" si no es reelegido para otros seis años. Con razón allí se refieren a él con rabia y vergüenza. Además, la cercanía del gobierno venezolano con Rusia, China, Cuba, Irán, deja intranquilo a buena parte del contexto internacional.

Para Colombia será clave lo que suceda con estas elecciones de hoy en Venezuela, sobre todo en cuanto a los procesos migratorios y la inseguridad. Es de conocimiento público que estados fronterizos y otros del país vecino han servido de resguardo a guerrillas de las Farc y del Eln. Salir a votar debe ser la consigna, pero habrá que esperar que todo salga conforme a la participación real de los electores. Ya es hora de que Venezuela empiece a levantarse del fango en el que lleva sumida 25 años.