Polo, el procesado.

Polo, el procesado.

 

LA PATRIA| MANIZALES

 

A Polo, detenido como el presunto responsable de asesinar a Juan Fernando González, apodado Caco, de 28 años, le reformularon cargos esta semana.

La fiscal a cargo del caso le informó que ya no se habla de una pena que parte de 33 años de prisión, sino una de 45 años, 10 meses y otro tanto más por el porte ilegal del arma de fuego. Esto porque al revisar sus antecedentes encontraron que tiene una sentencia por porte ilegal de armas de fuego, en los últimos cinco años. De nuevo Polo no aceptó y se irá a juicio

El cuerpo de Caco lo encontraron el pasado 27 de abril en zona boscosa de La Enea, vía a Gallinazo (Villamaría). El crimen fue sobre las 12:30 de la madrugada.

"Caco y su verdugo iban en la parte trasera de un taxi y cuando pasaban cerca de los hornos crematorios de la carretera Panamericana, el supuesto asesino le pidió al conductor parar para orinar. Cuando descendió, sacó un arma de fuego y le disparó en varias ocasiones a Caco. Luego se subió al automotor y se desplazaron hacia el sector de la fábrica Induma, donde le pegó otro tiro y lo arrojó por una ladera", narró el ente acusador.

Al taxista le habrían pagado $90 mil por el servicio y al martes siguiente abandonó el carro de servicio público, un Hyundai, propiedad de otra persona, en un taller del Parque Olaya. Dijo que se le dañó el tren delantero y lo dejó, supuestamente, para reparación.

El hallazgo del cadáver lo reportó un ciudadano, que lo vio 300 metros antes de esa fábrica. Las autoridades acudieron y debieron llamar a bomberos para el rescate, pues el terreno era inestable. Caco vestía una chaqueta de varios colores y medias azules.

Desde ese mismo momento comenzaron las investigaciones e indagaciones en el barrio El Bosque, donde se la pasaría Polo, el señalado homicida. Los vecinos se negaban a dar información, por miedo. Cerca de la Casa del Migote permanecería el hombre buscado. Se programó una diligencia de allanamiento.

Al parecer, Polo "tenía seco" a Caco proponiéndole que montaran una olla de vicio, pero siempre se negó. Lo habría asesinado por eso o quizá, cree la familia del fallecido, le pagaron para matarlo.

Polo, tras la muerte de Caco, no fue al entierro, pese a que eran muy amigos, ni llamó a lamentar el hecho. Además, luego del crimen no regresó al barrio Nevado.

 

Del taxista

En declaración a la Fiscalía, el taxista expresó que no sabía lo que iba a hacer Polo.

Explicó que discutieron y que le reclamó por cometer ese ilícito dentro del taxi, pero Polo le respondió que no lo dejara solo en eso. Se fueron para la vía a Gallinazo y allá el posible asesino vio que Caco aún se movía y le disparó de nuevo.

"Tuve que ayudarle a bajar el cuerpo porque él no era capaz solo para arrojarlo por esa ladera. Luego lo llevé a Villa Carmenza y me fui a limpiar el carro en un lavadero por la Panamericana, para quitar esos rastros", contó.

 

La víctima.

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