Él es José Ramón Rojas, el hombre detrás del árbol navideño que alegra Anserma (Caldas).

Fotos | Albeiro Rudas | LA PATRIA Él es José Ramón Rojas, el hombre detrás del árbol navideño que alegra Anserma (Caldas).

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Por estos días de diciembre por las calles de Anserma (Caldas), en parques, plazas y templos donde se celebra la novena de aguinaldo, siempre llega un árbol navideño caminando.

Lleva las luces de la época, las figuras del pesebre y un rostro que parece un papá Noel. Va acompañado por una organeta y un equipo de amplificación y una consola de sonido canta, baila y contagia con su alegría a quienes lo miran, al principio con mucha curiosidad, pero luego le piden que pose para tomarse una foto.

Y es que en medio de tanto adorno apenas si puede verse el rosto de José Ramón Rojas, el hombre detrás de la idea de vestirse de árbol navideño. Cuenta que como él también anima fiestas y se viste con otros trajes, su hija Marcelita, como la llama cariñosamente, le sugirió que en este diciembre se vistiera de árbol de Navidad.

Le contó la idea a su esposa, Ligia Eugenia Toro, y juntos confeccionaron el traje. Le adaptaron baterías para las luces y resultó ser una idea muy curiosa ya que muchas personas lo han contratado para que esté al frente de sus negocios y anime a los clientes a entrar y comprar.

José Ramón dice que también tiene trajes de papá Noel, de duende, de payaso. Afirma que su mayor satisfacción es ver la alegría de los niños y la complacencia de que quieran tomarse una foto con él porque, agrega, este traje tiene una combinación ya que tiene el pesebre, el papá Noel y el árbol de Navidad.

El caminante de las calles ansermeñas cuenta que residió en Estados Unidos durante 12 años, trabajando en la animación y organización de fiestas. "Decidí regresar al país, estuve por un tiempo en Bogotá y por invitación de unos amigos nos vinimos para Anserma y nos enamoramos de este pueblo tan maravilloso por su gente", expresa.

A sus 59 años su esposa añade que José Ramón tiene mucha energía y cuerda para rato y toca, dice jocosamente, en ocasiones desconectarlo porque parece que nunca se cansa.

Quitarse y ponerse el traje es una labor de 20 minutos.


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