Las Vacas locas se encenderán el 1 de febrero. Son una forma de alegría y tradición en la fiesta a la Santa Patrona de los riosuceños, la Virgen de la Candelaria. Foto | Giovany Ladino | LA PATRIA
La veneración a la Virgen de La Candelaria en Riosucio tiene un complemento y es la programación lúdica.
Esta incluye la pólvora, juegos tradicionales para los niños, el paseíllo con los toreros y ganaderos de las vacas locas, las actividades deportivas, las serenatas y la música de la Banda tradicional de "Los Mafla", entre otros.
La fiesta anual se lleva a cabo entre el 24 de Enero y el 1 de Febrero como parte de las fiestas patronales de esta advocación.
Una de esas expresiones populares es la Corrida o Corraleja de "Las vacas locas", que se cumple el 1 de Febrero.
Las vacas locas son estructuras a base de varillas de madera, con papel, icopor, tela y otros, para darle la forma de cabeza de res.
Las personas se las ponen sobre sus cabezas y algunas en los cachos, o colgando de ellos, usan antorchas y pólvora.
En ocasiones y, de acuerdo con el patrocinador de turno, los cuernos de las mencionadas vacas son de verdad, otros se fabrican a base de icopor o espuma.
Las vacas locas son un trabajo de artesanos tradicionales
Estas estructuras se fabrican con anticipación. Las hacen artesanos locales, quienes llevan unos 30 años de trayectoria y conocen de memoria cómo elaborar las vacas locas.
Antiguamente usaban engrudo para unir las piezas, un producto casero a base de almidón. Ahora, utilizan pegantes como el colbón y mezclas de varios ingredientes que facilita tal labor.
El nombre de los patrocinadores, por lo general comerciantes, entidades o familias del pueblo, va destacado a cada lado de la estructura. Desde luego, tiene un costo que es pactado con los fabricantes.
Ese día, el primero de febrero, las vacas locas son exhibidas desde muy temprano en el atrio del templo de La Candelaria. Allí, la gente las personas se toman la foto del recuerdo y comparte videos.
El colorido es llamativo y las formas y tamaños también atraen. El repertorio es ampliado cuando aparecen las vacas locas para los niños. Varias de estas, son fabricadas por los mismos pequeños.
Entre tanto, los toreros se alistan para adornar el paseíllo, que se realiza por las vías centrales y en compañía de los ganaderos. Por lo general son matachines del Carnaval y personas devotas de la Virgen de la Candelaria.
El momento de la corrida de las vacas locas
Cuando llega el momento del paseíllo en horas de la tarde, suenan la pólvora y la banda musical de "Los Mafla", para que una nueva alegría invada el lugar.
A medida que avanza el desfile, se van uniendo los ciudadanos que no resisten la tentación de saltar y dejar ver sus sonrisas.
Después del recorrido, dichas vacas reposan hasta las 8:30 de la noche, cuando termina el sermón en el templo.
La Plazoleta de Banderas se llena de espectadores y una por una van soltando las 25 o 30 vacas locas, echando candela por los cuernos.
Desde luego, las autoridades y organismos de emergencia, tienen un plan para que la jornada se cumpla con total normalidad.
Desde entonces se es más estricto en controlar el orden público y se mantiene la tradición.
¡Ay! del que se deje agarrar, pues puede llegar con sus ropas quemadas a casa o, en su defecto, oliendo a pelo chamuscado.
Así, entre risas, aplausos y bullicio, los toreros lucen sus mejores faenas, aunque al día siguiente el dolor de espalda o de cadera, les esconda las sonrisas.
Fiestas como esta, han estampado en el corazón de los riosuceños un orgullo por lo tradicional y un sentido de identidad, que engrandece la historia del municipio, bajo la protección de la Santa Patrona... La Canducha.
Simeón Trejos, de la Barra de Curramba, aporta una buena cantidad de Vacas locas. Fue cuadrillero y artesano de máscaras del Carnaval de Riosucio. Se siente orgulloso de su labor. Foto | Leonidas Guerrero | LA PATRIA