El puente que comunica las veredas La Amalia y La Quinta en Supía (Caldas) sigue siendo artesanal.

Su construcción fue realizada por la comunidad después de que un vendaval se llevara el original en el 2022.

A la fecha aún esperan la reconstrucción de la infraestructura que prometió hacer el Instituto Nacional de Vías (Invías).

Desplazamiento

El 22 de octubre del 2022, María Eugenia Arboleda Rojas, de 45 años, se fue de su casa en la vereda La Amalia después de que el río se creciera, se “le metiera” a su finca y se llevara parte del terreno.

Sin embargo, pese a vivir actualmente en las afueras del municipio y tener que pagar $52 mil cada ocho días para volver a su comunidad, continúa ejerciendo como presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC).

Ella es quien emana la voz de los habitantes rurales de ambas veredas y quien desde hace dos años insiste y exige al Invías y a la Unidad Nacional para la Atención de Riesgo de Desastres (UNGRD) que reconstruya el puente que los incomunicó y auxilie a las 26 familias damnificadas que tienen orden de desalojo por riesgo de deslizamiento, pero que, según María Eugenia, no se van, como ella, porque no tienen a dónde ir o con qué pagar arriendo.

“Me da mucha tristeza ver mi vereda tan colapsada y no saber cómo solucionar. Nosotros los campesinos de Supía no tenemos ningún auxilio. Hemos enviado demasiadas cartas al Gobierno y al Departamento pidiéndoles que Gestión de Riesgo venga casa a casa a mirar la necesidad de la gente. Somos una comunidad que lentamente se está deslizando ”.

Este es el tronco de eucalipto de 25 metros que refuerza el puente de la comunidad

Mal medido

1.500 personas, incluidas niños y adultos mayores, así como mulas cargadas de costales con café, plátano o caña de azúcar y motocicletas con pasajeros, que llevan herramienta y víveres, cruzan los 35 metros del puente artesanal edificado con madera de eucalipto que conecta a las veredas La Amalia y La Quinta.

Arboleda Rojas indica que varias veces el Gobierno les respondió que sí van a construir el puente, pero solo queda en palabras. “Incluso este año (2024) Invías comenzó obras, pero el 24 de junio el encargado paró porque dijo que le faltaban 10 metros al puente. Que fueron mal medidos por el ingeniero”.

Héctor Mauricio Torres Álvarez, alcalde de Supía, confirmó que la situación desbordó la capacidad logística y financiera del municipio y los puentes los adoptó el Invías. También que un contratista revisó las obras y señaló que el estudio tiene un desfase de 10 metros. “Es de 35 metros y lo contrataron por 25. Por eso decimos que Colombia es el país del Sagrado Corazón, cómo se van a equivocar en 10 metros”.

Habitantes de las veredas La Amalia y La Quinta cruzan a diario este puente que mide 35 metros de largo.

Convite rural

Tras dos años de espera y de la construcción colectiva del puente, 27 voluntarios de ambas veredas se reunieron el pasado 7 de octubre para hacerle mantenimiento. Encontraron que varias maderas estaban podridas y era necesario cambiar algunas puntillas. La comunidad reunió ocho bultos de material, clavos, un tronco de eucalipto de 25 metros, la mano de obra y los alimentos de las fincas para el almuerzo de quienes llegaron a ayudar.

Entre todos reforzaron el puente, que creen durará máximo otro año y medio, si las lluvias no son muy intensas. “Esta es una solución, mientras el Gobierno nos da respuesta”, dijo la presidenta mientras preparaba el sancocho con el que alimentó a los ayudantes, al tiempo que doña María Nancy Romero, otra habitante del sector, repartía limonada a todo el que llegara al sitio.

En trámite

El alcalde añadió que desde el 2022 pasado está el contrato para las obras. “Este año lo que nos falta es finiquitar, pero muy pronto estarán los contratistas en Supía porque el 7 de octubre volví a Manizales, a las oficinas de Invías y me dieron la buena noticia: Que en 20 días arrancan las obras en la vereda La Loma y que luego empiezan la construcción del puente de La Quinta y La Amalia. Me dieron la seguridad y la certeza de transmitir la noticia”.

Y con respecto a la ayuda de los damnificados indicó que realiza gestiones. “De hecho el anterior personero instauró el año pasado una acción popular que ya fue apelada en segunda instancia. Ahí están involucrados el Fondo de Adaptación, Unidad Nacional para la Atención de Riesgo de Desastres, el Ministerio de Hacienda, de Vivienda, de Medio Ambiente, Corpocaldas, la Gobernación de Caldas y Supía. Todos tenemos un plazo de dos años para adelantar obras de mitigación y de reubicación”.

LA PATRIA se comunicó con Invías y a través de un comunicado indicaron que el contrato está en trámite con el Consorcio Puentes Supía 2024 por un valor de $2 mil 29 millones 460 mil 304.

Sobre el inicio de obras, anotaron que el proyecto tuvo un cambio de contratista y que la cesión del contrato se encuentra en revisión. “Una vez se surta y legalice la cesión del contrato se dará inicio a la ejecución de la obra. Cuando eso suceda se cuenta con un plazo aproximado de cuatro meses para su ejecución”.

La presidenta de la Junta indicó estar esperanzada con la respuesta de Invías, aunque también conserva desconfianza de su cumplimiento. “Seguiré tocando puertas. Esto de liderar es duro y a veces me dan ganas de renunciar, pero la verdad, el corazón me dice: “Si usted renuncia, los deja solos”. Entonces continuo para que ayuden a mi comunidad”.

Antecedente

El 3 de septiembre del 2022 LA PATRIA registró que un fuerte aguacero provocó que el río Supía se desbordara afectando a 1.200 familias y 3 mil personas por daño de viviendas y electrodomésticos. Asimismo, hubo tres puentes colapsados que también perjudican a las veredas Murillo, Murillito, La Loma, Arcón y San Joaquín, para un total de 2.300 afectados actualmente, según la Alcaldía.

Uno de los tres puentes corresponde al de La Quinta y La Amalia que se vino a pique e incomunicó a la comunidad. “Hemos sufrido las calamidades con los adultos mayores, las personas discapacitadas, los niños de La Quinta que cruzan a la escuela de La Amalia, los enfermos y los campesinos que mandan los productos agrícolas hasta Supía y Medellín”, expone María Eugenia Arboleda Rojas, presidenta de la JAC de la vereda La Amalia.

27 voluntarios se reunieron el pasado 7 de octubre a realizar mantenimiento al puente artesanal, mientras esperan la reconstrucción del original.

La comunidad

Nefarcano de Jesús Cano, vereda La Quinta

Tengo 83 años. Nos sentimos abandonados a raíz de la avalancha que se vino sobre nosotros. Todo sucedió después de haberse posicionado el presidente Petro y pensábamos que nos iba a llegar muy pronto el auxilio, pero no. Antes del puente artesanal pasábamos a rastras de agua y teníamos que cruzar de la mano de alguien, tengo 83 años. Doné 25 troncos de eucalipto e hicimos lo que pudimos. Somos una comunidad grande trabajando porque estamos en peligro. Yo sé que hay muchas necesidades y urgencias en el país, pero esto aquí es una calamidad.

Fabio Arias, vereda La Amalia

Tengo 68 años y estoy ayudando voluntariamente porque tengo sentido de pertenencia. Necesitamos el beneficio de este puente porque es por donde vamos a pasar. Hace poco hubo una reunión con la Alcaldía y dijeron que tenían una noticia buena y una mala. La mala era que el puente por el momento no, pero que la buena era que ya se tenía la plata. ¿Cómo explican eso? Tienen la plata y no ejecutan la obra. Para mí hay negligencia.

Fernando Jesús Rojas de la vereda La Amalia

Hasta ahora el Gobierno nos tiene abandonados y nos toca a nosotros mismos artesanalmente hacer el paso para los peatones y para las motos. Tengo 50 años, vivo con mi familia y este es un paso obligado para nosotros subir a nuestra comunidad. Llevamos mucha espera y el puente se está deteriorando. Todo lo que hay aquí montado es artesanal y traído a hombro.

María Nancy Romero Martínez, vereda La Amalia

Vine de voluntaria porque esto es un beneficio para toda la comunidad y se necesita colaboración. Cada ocho días bajamos a mercar y es muy peligroso pasar por el puente. Exigimos que nos lo pongan porque estamos damnificados. Es primordial.

Hoover Antonio Montoya Montoya, vereda La Amalia

Tengo 56 años y vivo aquí toda la vida. Nos surgió la idea de hacer un puente provisional pensando que en corto tiempo el Gobierno nacional nos iba a dar una solución. Este no es mejor que el que había, pero nos da una alivio. Han pasado dos años y le hicimos una revisión al puente porque tenía deterioro. Vienen a hacer estudios, nos ilusionan, pero la realidad es que no llegan con nada.

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