Las familias damnificadas de la vereda Los Cuervos de Villamaría (Caldas) no pierden las esperanzas de recuperar lo que tenían. Tramitan recursos para el pago de los arrendamientos, mientras se da la construcción de las casas. 

Foto | Archivo | LA PATRIA

Las familias damnificadas de la vereda Los Cuervos de Villamaría (Caldas) no pierden las esperanzas de recuperar lo que tenían. Tramitan recursos para el pago de los arrendamientos, mientras se da la construcción de las casas. 

LA PATRIA | VILLAMARÍA

Recuperar las 22 casas afectadas por un deslizamiento de masa en la vereda Los Cuervos de Villamaría (Caldas) y reconstruir la cancha de fútbol de esa misma vereda cuesta alrededor de $2 mil millones.

Ese dinero saldrá de recursos propios del Municipio y de unos giros de la Gobernación y del Gobierno bacional.

La Alcaldía tramita la obtención de esos fondos para llevar alivio a ese sector vulnerable de la localidad.

El pasado 22 de febrero, un derrumbe ocasionado por las lluvias en esa parte del municipio dejó 5 víctimas, 62 personas afectadas y sepultó varias viviendas.

El alcalde de Villamaría, Jonier Alejandro Ramírez, comentó que el municipio destinó $150 millones de recursos propios para la atención de esa emergencia y ya no tiene más plata.

Por eso, la semana pasada decretó la calamidad pública, que permitirá la canalización de recursos. De paso, solicitó apoyo económico a la Gobernación, que se comprometió a girar $40 millones para el pago de tres meses de arriendo.

 

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Donaciones

El mandatario anotó que de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo anunció la donación de kits de primeros auxilios y de un dinero para los arriendos, pero hasta el momento esos recursos no llegan. 

La avalancha afectó también la bocatoma de Los Cuervos. Requiere una intervención urgente, o de lo contrario, la vereda puede quedar sin el servicio de acueducto.

Una buena parte de los 62 afectados pernoctan en casa de familiares y amigos; solo dos personas quedan en el albergue provisional. 

La situación de esa comunidad de Villamaría tocó el corazón del empresario chinchinense Álvaro Naranjo, que se ofreció a donar un terreno para la reubicación.

Las familias comentaron que ellos mismos se encargarán de construir las casas y, para eso, piensan pedir una colaboración en el comercio de Chinchiná y de Villamaría, pero la demora para empezar con los trabajos es que les escrituren el terreno.

 

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