El cornista filadelfeño Juan Pablo Castaño (der.) es egresado de la Universidad de Caldas y estudia una maestría en Karlsruhe (Alemania). Con su ensamble Colombian Brass Quintet logró el tercer puesto del Festival de Liubliana.

Fotos | Cortesía | LA PATRIA

El cornista filadelfeño Juan Pablo Castaño (der.) es egresado de la Universidad de Caldas y estudia una maestría en Karlsruhe (Alemania). Con su ensamble Colombian Brass Quintet logró el tercer puesto del Festival de Liubliana.

LA PATRIA | Manizales

La maleta de Juan Pablo Castaño apenas tenía lo esencial: ropa suficiente para unos días y partituras arrugadas por el trajín del ensayo. Cuando llegó a Liubliana, la capital de Eslovenia, sintió que todos esos años de esfuerzo tenían un propósito claro.

Allí, en una ciudad que respira historia y música, se presentaría con el Colombian Brass Quintet, el ensamble que formó con otros músicos colombianos en Alemania. Su objetivo era competir en el 73.° Festival de Liubliana, de los eventos de música de cámara más antiguos y prestigiosos de Europa.

Un músico caldense, dos nariñenses, un bogotano y un antioqueño integraron el Colombian Brass Quintet, tercero en el Festival de Liubliana.

 

De Samaria a Alemania: las raíces de un músico

La historia de Juan Pablo no comenzó en los grandes auditorios europeos, sino en un pequeño pueblo de Caldas. Nació en Manizales, pero su infancia transcurrió en Samaria, corregimiento de Filadelfia. Allí descubrió su pasión por la música y a los 11 años ingresó a la banda estudiantil local.

“Desde niño sentí que la música era lo mío”, recuerda. Aprendió a tocar el corno con disciplina y entrega, y pronto se convirtió en uno de los músicos más destacados del grupo.

Su talento lo llevó a estudiar Música en la Universidad de Caldas, donde siguió perfeccionando su técnica. En paralelo, se integró a la Banda Municipal de Manizales, una experiencia que lo preparó para lo que vendría después.

Con el tiempo, su talento lo llevó a tocar en escenarios más grandes. Se unió a la Filarmónica Juvenil de Bogotá, una oportunidad que lo obligó a equilibrar su carrera universitaria con la exigencia de una orquesta profesional.

Pero su gran salto llegó en el 2018, cuando fue seleccionado para la Filarmónica Joven de Colombia, una agrupación que le permitió viajar por Sudamérica y Europa, y lo acercó a lo que sería su destino definitivo: Alemania.

 

Juan Pablo Castaño, músico caldense de 26 años, interpreta el corno.

 

El camino de Juan Pablo Castaño a Europa

La música académica tiene en Alemania una de sus cunas más importantes, y Castaño lo sabía. En el 2022, decidió radicarse en Karlsruhe para estudiar una maestría en Música con el profesor Will Sanders, un referente en el mundo del corno.

Mientras se adaptaba a la vida en Europa, surgió una oportunidad inesperada. Su profesor le habló del Festival de Liubliana, un evento de renombre en el que los mejores ensambles de cámara del mundo compiten por el reconocimiento internacional. Fue entonces cuando comenzó a armar su quinteto de metales.

El grupo se formó casi por coincidencia. En Karlsruhe, Castaño estudia junto a Marlon Renato Mora, un trompetista nariñense que fue compañero suyo en la U. de Caldas y con quien compartió años de formación en la Filarmónica Joven de Colombia.

A una hora de distancia, en Stuttgart, estaban Jhonnier Buitrago, trombonista bogotano, y Esteban Arenas, tubista antioqueño. Faltaba un segundo trompetista, y el elegido fue otro nacido en Nariño: Andrés Felipe Estrada, quien estudiaba en Madrid con el mismo profesor de Marlon.

“Nunca lo planeamos. Fue una coincidencia que todos estuviéramos en Alemania”, cuenta Juan Pablo.

El proceso de preparación no fue fácil. Con integrantes en diferentes ciudades, los ensayos exigieron viajes constantes y sacrificios. Pasaron noches enteras perfeccionando el repertorio, viajaron de un lado a otro y hasta practicaron en horarios extremos. Pero valió la pena.

Marlon, Esteban, Jhonnier, Andrés Felipe y Juan Pablo, los integrantes del Colombian Brass Quintet.

 

La música de cámara colombiana en el escenario europeo

Cuando enviaron su video de preselección al Festival de Liubliana, no tenían muchas expectativas. Competían contra ensambles de Estados Unidos, Francia, Italia, España y Corea del Sur, entre otros países con tradición en música de cámara. Pero su sonido convenció al jurado.

Fueron seleccionados entre los 16 grupos finalistas y, en diciembre, recibieron la noticia: más que a Colombia, representarían a toda Latinoamérica en el Festival, pues eran los únicos participantes de esta región.

La semana pasada, en Eslovenia, la competencia fue feroz. Durante la primera ronda, interpretaron un repertorio que incluía piezas clásicas y una obra especial: ‘Three Colors’, una composición del manizaleño Daniel Moreno, creada exclusivamente para el quinteto.

La pieza tenía tres movimientos, cada uno inspirado en un color de la bandera nacional y en un ritmo tradicional colombiano: bambuco andino (amarillo), aguabajo del Pacífico (azul) y fandango pelayero del Caribe (rojo).

El público aplaudió con entusiasmo y el jurado, compuesto por músicos de renombre mundial, quedó impresionado. El Colombian Brass Quintet logró clasificar a la final, algo inédito para un grupo latinoamericano en este festival.

“El nivel era altísimo, había ensambles de primer nivel”, recuerda Castaño. Pero la perseverancia de los músicos colombianos dio frutos: obtuvieron el tercer puesto, un reconocimiento enorme para un grupo recién formado, que además les hizo ganarse un premio de 10 mil euros.

Participación colombiana en la primera ronda del Festival de Liubliana. 

 

Un futuro prometedor para el músico caldense

El podio en Liubliana les abrió nuevas puertas. Con el reconocimiento del festival, ya planean presentarse en otros eventos europeos y continuar su carrera en la música de cámara. Sin embargo, no dejan a un lado su tierra y esperan brillar en Colombia y en Manizales.

Para Castaño, este logro es una prueba de que el talento colombiano puede brillar en cualquier parte del mundo. Pero también es un mensaje para los jóvenes músicos que, como él, comienzan en bandas estudiantiles en pequeños pueblos.

Salir de Samaria y llegar a Eslovenia fue un camino largo, lleno de sacrificios. Pero si algo aprendió Juan Pablo es que con trabajo y pasión, la música no tiene fronteras.

Ahora, con la maleta llena de experiencias y el sonido del corno resonando en auditorios europeos, este caldense se prepara para lo que viene, porque a los 26 años de edad su historia apenas comienza.

El quinteto ganador del Festival de Liubliana fue Kambrass, de España. El segundo puesto fue para Les Brasseurs, de Italia. Los colombianos fueron los terceros. La final la cerraron ensambles de Francia, Portugal y Estonia. Aquí la transmisión de la final.

 


Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA.

Síganos en Facebook, Instagram, YouTube, X, Spotify, TikTok y nuestro canal de WhatsApp, para que reciba noticias de última hora y más contenidos.