Foto | Archivo | LA PATRIA
Esta es la granja Montelindo, funciona en la vereda Santágueda, en Palestina.
LA PATRIA | MANIZALES
A través de un documento enviado a LA PATRIA un extrabajador de la Universidad de Caldas denunció posibles irregularidades en la empresa JG Bioagrícola SAS. El señor presentó una queja formal contra el administrador del Sistema Granjas, quien es profesor del Departamento de Producción Agropecuaria, y contra el decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Caldas.
El extrabajador prestó sus servicios a la Universidad durante 33 años, en la Granja Montelindo. En la denuncia detalla una serie de hechos que califica como malas prácticas de la empresa.
La Universidad dice que el caso será respondido en cada punto, tras una reunión el lunes próximo. La empresa, entre tanto, considera que las acusaciones no son valederas. Ambas posiciones se pueden leer más adelante en esta nota.
La denuncia se centra en las acciones del docente, tanto en su rol de administrador del sistema de granjas como en su posición como profesor en el Departamento de Producción Agropecuaria de la Universidad.
Según el denunciante, hay una posible red de corrupción y sobrecostos en la contratación de obras y servicios en la Universidad de Caldas. La acusación, que involucra a varios funcionarios y contratistas, señala dos proyectos que evidencian un supuesto despilfarro de fondos públicos.
El primer caso se refiere a la instalación de un piso en un invernadero, cuyo costo ascendió a $2.000.000. Según el denunciante, la mitad de este dinero fue entregado a un señor, quien presuntamente actuó como intermediario.
Por toneladas
Un segundo caso tiene que ver con que supuestamente el 21 de junio, el administrador de la Granja Montelindo y empleado de la empresa JG Bioagrícola SAS, habrían entregado 6 toneladas de gallinaza a un conocido, sin que se haya aclarado el propósito o el costo de esta transacción. Esto lo considera el denunciante una posible omisión de sus funciones al no cuidar los intereses económicos de la Universidad.
En un tercer caso el denunciante asegura que nunca había visto la granja Montelindo en tan malas condiciones. En la queja el denunciante destaca la práctica dañina de usar desbrozadoras con tractores en el área de cítricos, lo que considera que podría afectar la producción a mediano y largo plazo. Además, señala que se han enterrado cosechas enteras de papaya y maracuyá, sin que las directivas universitarias tomen medidas.
En el cuarto caso, según la denuncia, también falta dotación certificada de bioseguridad, siendo reemplazada por dotaciones inadecuadas con publicidad de agroquímicos, incumpliendo las normativas.
Respuesta
Henry Mesa, decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Caldas, expresa que luego de recibir la queja, el rector de la Universidad lo remite a la instancia correspondiente.
El decano de la Facultad agrega que "la copia recibida en el Consejo Superior fue incluida en la sección de correspondencia, y todos los consejeros quedaron enterados de la situación. En el Consejo de Facultad de Ciencias Agropecuarias, el punto será discutido en la próxima sesión del 2 de diciembre (lunes)".
Mesa enfatiza que "los puntos que ameritan respuesta técnica serán contestados por escrito con base en la información suministrada por los responsables directos. Aquellos puntos que corresponden a percepciones infundadas o rumores de pasillo, precisamente por su carácter subjetivo, no serán objeto de respuesta".
JG Bioagrícola SAS
Mauricio Henao, representante legal de la empresa JG Bioagrícola SAS, expresa que las acusaciones formuladas por un extrabajador desvinculado el 6 de noviembre de 2024, son infundadas y carentes de fundamento.
Henao sostiene que "nuestra empresa cumple con todas las obligaciones legales en materia de afiliación al sistema de seguridad social de Colombia". Añade que todos los empleados están debidamente afiliados a salud, pensiones y riesgos laborales. Además, afirma que mantienen "una comunicación constante con las entidades pertinentes para garantizar el correcto cumplimiento de estas normativas".
Respecto a la dotación y los elementos de seguridad personal, Henao declara que "nuestra empresa tiene un compromiso firme con la seguridad y el bienestar de nuestros trabajadores". Añade que se proporciona a todos los empleados la dotación necesaria y los elementos de protección personal conforme a la ley.
El representante adiciona que hasta la fecha no han recibido "ninguna queja formal relacionada con supuestos malos tratos hacia los trabajadores o con el incumplimiento de las labores técnicas agropecuarias", reiterando que la filosofía de la empresa se basa en el respeto y en un ambiente laboral positivo.
En cuanto a la contratación del personal, Henao aclara que el 7 de mayo del 2024 se inició un contrato de prestación de servicio con la Universidad de Caldas, con el propósito de invitar a los trabajadores de la anterior empresa a unirse a JG Bioagrícola. "Una vez escuchadas las condiciones respectivas, la totalidad de los trabajadores aceptaron estas y decidieron por voluntad propia unirse a nuestra empresa", asegura.
Henao también afirma que se respetaron las condiciones económicas que traían los trabajadores. Asimismo, desmiente cualquier vínculo accionario o comercial entre su empresa y el administrador del Sistema Granjas y profesor del Departamento de Producción Agropecuaria y el decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad.
El representante legal reitera su compromiso con "la transparencia y la legalidad en nuestras operaciones" y advierte sobre la posibilidad de interponer una demanda por daños y perjuicios. Explica que "las acusaciones vertidas por este exempleado no solo afectan nuestra reputación como empresa, sino que también pueden tener repercusiones negativas en la confianza de nuestros actuales y futuros trabajadores".
Actividades con la ganadería
Foto | Cortesía Universidad de Caldas | LA PATRIA
La Universidad de Caldas expresa que "en la ganadería de Montelindo, se llevan a cabo diversas labores en los potreros, que incluyen fertilización, control de plagas, manejo de malezas y rotación, todo con el apoyo de los colaboradores. Además, se realizan labores de mecanización como desbrozado. La lechería, que inició con 5 vacas, ahora ordeña 35 y produce un promedio de 550 litros diarios, con todas las actividades sujetas a revisión del estado de las praderas".
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