Deportes Quindío empezó mal su camino en busca del ascenso. Ha perdido dos de los tres partidos del campeonato, recibiendo cinco goles en contra y solo anotando uno. Empezar el año de esa forma, fue un golpe directo al aficionado que acompaña año tras año al equipo con la ilusión del ascenso.

Las falencias deportivas que se repiten hace varias temporadas siguen dinamitando la relación entre hinchada e institución. Parte de la hinchas del Deportes Quindío no acepta que un equipo histórico del fútbol colombiano esté en la segunda división por más de una década. 

La resistencia de la parcialidad cuyabra se ha hecho sentir de muchas maneras en las últimas temporadas. Una de ellas fue la que mostraron por medio de una pancarta en la tribuna norte en el partido del pasado domingo (16 de febrero) que enfrentó a Deportes Quindío contra Cúcuta Deportivo en el Centenario. 

En el cartel se leyó: “11 años en la B, con ganancias de la A. Dimayor, cómplice”. 

No se puede protestar contra la Dimayor 

Cuando el árbitro central del compromiso se percató del mensaje, suspendió el partido hasta que se retirara el cartel de la tribuna. La decisión del juez está amparada en las disposiciones del Código Disciplinario único de la Federación Colombiana de Fútbol.

Tanto en el artículo 79 como en el 84, la federación es clara con las infracciones a que está expuesta una institución de no cumplir con las condiciones de seguridad para un partido de fútbol. En el parágrafo a del 79 indican lo siguiente: 

“Al club que dentro de las instalaciones del estadio auspicie, promueva, permita o fomente la exhibición de pancartas, carteles, o la distribución de volantes de carácter irrespetuoso para FCF, la Dimayor, DIFUTBOL, liga o los directivos del fútbol, oficiales u oficiales de partido”.

En el numeral 4 del artículo 84 señala que se considera conducta impropia por parte de los hinchas las pancartas con mensajes insultantes. 

“Se considera conducta impropia, particularmente, los actos de violencia contra personas o cosas, el empleo de objetos inflamables, el lanzamiento de objetos, el despliegue de pancartas con textos de índole insultante, los gritos injuriosos y la invasión del terreno de juego”. 

Cinco heridos en los disturbios

La suspensión del juego fue a la media hora de partido, cuando Deportes Quindío perdía por la mínima contra los Motilones. Para reanudar el juego, los aficionados cuyabros debían retirar la pancarta, algo que no sucedió. 

En ese momento la policía del Quindío se enfrentó contra los aficionados que estaban en la tribuna. Esa situación detuvo el juego por cerca de una hora, obligando a ambos equipos a estar en los camerinos. 

Para controlar la situación la policía intervino con elementos explosivos con el fin de dispersar a los pocos hinchas que estaban en la tribuna norte. 

Los enfrentamientos dejaron como saldo a cinco personas heridas. Tres hinchas, una persona del staff de seguridad del estadio y un miembro de la policía. Uno de ellos fue trasladado a un centro asistencial. 

Antecedentes 

En 2024 la misma pancarta generó suspensión en uno de los partidos del equipo cafetero. El 30 de octubre, empezando los cuadrangulares, Quindío recibió a Llaneros y perdió 3-0. Cuando el partido iba 2-0, un grupo de hinchas mostró el mensaje y obligó a suspender las acciones. 

En ese partido la situación no llegó a mayores debido a la intervención de capitanes de ambos equipos, cuerpo técnico y el cuerpo logístico, que lograron que los hinchas retiraran la pancarta. 

Después de ese partido, la dirigencia decidió que Deportes Quindío jugara sin público los cuadrangulares. Situación que fue recurrente en el torneo regular. 

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