Foto | Luis Trejos | LA PATRIA
Bibiana Martínez, entrenadora de arqueros en la Selección Caldas de Fútbol Sala.
LA PATRIA | MANIZALES
En el fútbol de salón caldense hay una figura reconocida que lleva este deporte en sus venas. Se trata de Bibiana Martínez Torres, la jugadora, campeona mundial, árbitra, integrante de cuerpos técnicos y recientemente campeona sudamericana.
Ella se ha convertido en un emblema del salonismo del departamento. Hoy en día, por temas laborales, dio el salto al fútbol sala, en donde integró, como entrenadora de arqueros, la Selección Colombia que ganó este año el Campeonato Sudamericano Femenino Sub-20.
"Empecé en el fútbol a los 13 años. Jugaba el torneo de solteros y casados en diciembre, en Fátima, en Tres Esquinas. Un líder deportivo comunal era el que hacía el campeonato y me dijo que tenía un equipo femenino para que estuviera", recuerda sobre sus inicios.
En esa época compartía cancha con hombres y llegó a Ortopédica San Carlos. "Ahí tuve un inconveniente con el entrenador y con don Carlos, que era el dueño. Estuve como 3 o 4 meses, repartieron uniformes y a mí no me dieron, y yo dije: 'Eh, será que soy así de mala'".
Dio el salto a Real Estrada para continuar su carrera, aunque jugaba como volante de recuperación. "Un día no fue la portera y preguntaron que quién iba a tapar. Yo ya había ensayado con un primo, me gustaba y respondí que yo lo hacía; ese día me fue relativamente bien. Todas me dijeron que siguiera tapando y ahí es donde empecé el amor por el arco, el amor infinito que todavía tengo. Para mí es lo más grande que he podido defender, esos tres palos".
Un año después, a sus 14 de edad, con las bases que le dio Danilo Múnera, llegó a la Selección Caldas y asistió a un torneo nacional en La Tebaida. "Allá no clasificamos, pero Antioquia en ese entonces era el de poderío más grande, a todos arrollaba. Nos tocó contra ellas y me hicieron solamente 5 goles. Lo resalto porque realmente en todo el torneo no bajaban de 10 goles por equipo. Ese año la final la ganaron 11-2".
Y continúa: "Incluso Margarita Martínez, que era la entrenadora de Antioquia y la Selección Colombia en ese momento, sentó al otro día a Sandra Valencia, a quien le atajé un penal, y la regañó que como una 'culicagada', que apenas empezaba, le tapaba el cobro. Eso es gratificante en mi carrera deportiva, son unas cositas que empezaron a salir y esa fue mi anécdota en el fútbol".
Al fútbol de salón
Esta manizaleña, actual estudiante de segundo semestre de la Licenciatura en Educación Física de la Universidad de Caldas, asistió con Caldas a más torneos nacionales. Sin embargo, lamenta la posición de un dirigente después de un viaje a La Dorada. "Nos dijeron que las mujeres no servían si no para cocinar en la casa y nos acabaron la Selección. Ahí fue cuando me hicieron el llamado a fútbol de salón".
Yeri Lozano dirigía el equipo femenino y Bibiana empezó su proceso, en los primeros años de la década del 2000. Así, hizo su transición de las canchas de tierra a las de cemento y al Coliseo Menor de Manizales.
"El tema en el pavimento nunca lo vi como obstáculo porque al que le gusta le sabe y yo llegaba a mi casa con monedas en las piernas de salir a achicar y el piso me raspaba. Mi papá me regañaba y más amor le cogía al fútbol de salón".
Bibiana Martínez como portera de Real Caldas en la Liga Profesional Femenina de Fútbol de Salón.
Ella es la única integrante de su familia a la que le gustó el fútbol, pero valora el respaldo que le dio su padre, Jesús Antonio, quien falleció hace cinco años. "Toda la vida fue incondicional, fue el mejor papá del mundo, que en paz descanse mi viejo. Quise tenis y me metió, quise baloncesto y también lo hizo, hasta que llegué al fútbol y me enamoré".
En microfútbol tuvo su primera experiencia nacional en un torneo en Ocaña. Después fue dirigida por Alejandro Valencia, con quien estuvo alrededor de 8 años. "Él fue uno de los que nos dio a la rama femenina algo de bases de fútbol salón. Todos los que jugamos fútbol salón caldense y los que estamos en fútbol sala caldense, tenemos las raíces de Jaime Cuervo".
El grupo no clasificó a los Juegos Nacionales del 2004 y 2008 y llegó el técnico Harold León. "Nos dio una base sólida mentalmente y eso fue clave".
Pero con León, Bibiana la tuvo difícil pues pesaba 105 kilos y en el 2011 le afirmó que si quería jugar el torneo profesional, tenía que bajar 20 kilos.
"Yo llegaba, me uniformaba, él me dejaba alistar y me decía Bibi, 40 minutos en las gradas. En ese entonces el Coliseo no tenía silletería y yo me iba mentándole madres, la verdad, y él lo sabe. Pero ahorita le agradezco mucho. Yo estuve en Selección Colombia y fui campeona del mundo como deportista gracias a Harold León".
El título
La exjugadora se esforzó tanto que llegó al Mundial de Barrancabermeja 2013 pesando 78 kilos. En el medio tuvo dificultades en Caldas y se fue a jugar a Real Bumanguesas, apoyada por Manuel Sánchez.
El dirigente llegó a Manizales a dictar una capacitación de marketing deportivo. Ella en ese momento ya era árbitro y era obligación asistir. "El profe me preguntó que si estaba firme para el torneo profesional, pero le respondí que ese año no jugaba La Liga. Me dijo que cómo así si yo era de las porteras opcionadas a Selección Colombia, que cómo no iba a jugar. Y le aclaré que tenía problemas en Real Caldas".
Él era consciente de los inconvenientes en el equipo y le pidió que esperara. Sánchez terminó su charla y le anunció a la jugadora que esa noche salía para Bucaramanga, pues faltaban ocho días para empezar el torneo. Bibiana encontró resistencia en Manizales, no obstante, se fue.
"Fue la mejor decisión. Eso me catapultó mucho más para estar en Selección Colombia. Estuve en el grupo, no jugué, pero estuvimos en el Mundial y fuimos campeonas del mundo, tengo mi medalla en mi casa y nadie me la quita. Bendito sea Dios. Siempre voy a decir que todo lo bueno que me pasa en la vida es por obra y gracia de Dios". Vencieron 2-1 a Venezuela.
Fotos | Cortesía | LA PATRIA La manizaleña (c), campeona del Mundial de Fútbol de Salón 2011.
Pero antes de llegar a Barranca, tuvo que pasar por dos microcliclos de preparación. En uno de ellos casi pierde el puesto, aunque inicialmente no estaba en el grupo principal y se ganó el cupo a pulso.
"Tuve un accidente allá. Llegamos de entrenar, dormí y me levanté a bañarme para el segundo entrenamiento en la tarde y cuando me metí al baño iba cerrando la puerta, era de vidrio y se explotó. Me cortó, me hizo una laceración en el brazo izquierdo con cuatro puntos".
Y agrega: "Me llevaron para la clínica y a mí no me sacaban de allá. Yo entré sola, el médico me dio 20 días de incapacidad. Yo dije que me habían dado uno y que me habían cogido un punto. A los 15 días que me sacaron los puntos se dieron cuenta que era todo eso, le dije a la fisio que no dijera nada y estuve en el Mundial".
En el fútbol sala
'Bibi', de 42 años, también fue entrenadora de fútbol de salón al hacer su pasantía como tecnóloga de Entrenamiento Deportivo del Sena. Pero los problemas que tuvo como jugadora también los tuvo como DT y por eso renunció.
Llegó al fútbol sala y no duda en afirmar que "Ricardo Vélez ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Cuando él vio todo lo que yo vivía en fútbol de salón, me dijo que me fuera a trabajar con él y con el profe Alex Marín a entrenar los porteros".
En el camino en este deporte, en el que está desde el 2022, ha apoyado a Ángela González en la Selección Caldas Femenina y a la Universidad de Manizales, en donde empezó entrenando a los porteros, pero sin contrato.
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"Cambiaron al profe Omar (Hernández) y a Camila (Espinosa), que fueron los que me llevaron y la nueva administración decidió que yo fuera la asistente técnica del profe Ronald (Arenas). Es una bendición de Dios para mí la U. de Manizales porque es una estabilidad económica grande. La Secretaría Del Deporte de Caldas también, yo soy monitora y ayuda mucho para salir adelante y sustentar la familia. Y el apoyo de la Liga Caldense de Fútbol, que es primordial".
Con el trofeo del Sudamericano Femenino Sub-20 de Fútbol Sala.
A la Colombia de fútbol sala
Martínez también es entrenadora en la Universidad de Manizales del equipo de funcionarios que participó este año en un torneo de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun). En medio del certamen recibió el llamado para integrar la Selección Colombia.
"Yo llegué de un partido cuando tenía una llamada perdida del profe Roberto Bruno. Hablamos y quería hacerme la invitación para estar en el proceso de Selección Colombia Sub-20 Femenina de Fútbol Sala. Me dijo que quería que el cuerpo técnico fuera de mujeres y que llevaba tres años haciéndome seguimiento".
Ella asegura que es lo que todo entrenador espera y, aunque no era fija su convocatoria, fue hasta donde su jefa, Catalina Buitrago, quien estaba en otra pieza, "y empecé a llorar con ella. Me dio el permiso".
Llegó la convocatoria y Bibiana lo relata con la voz entrecortada, así como cuando habla de su título en el Mundial. "Se me hace agua la voz porque es algo muy gratificante. Es un sueño hecho realidad. Todos los del equipo hicieron un escándalo en el aeropuerto".
El grupo tuvo su primer microciclo de trabajo en Bucaramanga y allí estuvo entrenando a las porteras. "Se empezó a formar un buen grupo o una buena familia. No era fijo que viajara a Paraguay".
Regresó a Manizales, pasó un mes y llegó una nueva convocatoria para otro entrenamiento en Barranquilla. Esta vez tenía que llevar el pasaporte porque fue incluida en el grupo que viajaba al Sudamericano. "Eso me llena mucho, soy muy sentimental, me llena de alegría y de satisfacción".
Recuerda que a la portera titular tuvo que trabajarle el peso porque estaba subida y le pidió al técnico que la dejara entrenarla porque ya tenía la experiencia por lo que había vivido. "Cuando Karol hace un gol fue y lo celebró conmigo y eso es gratificante. El profe Bruno llegó y me dijo que era mi trabajo y eso me llena".
Bibiana reparte hoy el tiempo entre sus estudios, el trabajo y su familia. Vive con Gloria Nancy, su pareja con quien sostiene una relación desde hace 27 años; su mamá, María Ligia, y su tía María Delcy.
Como árbitra
Bibiana Martínez también ha sido árbitra durante su carrera. Jugaba los torneos femeninos y pitaba los masculinos. Hasta que la invitaron a ser juez nacional y ella aceptó. "Dejé lo que más amaba en la vida. También por la lesión L4-L5 de columna".
Fue árbitro de primera categoría durante 7 años. "Yo conté en mi carrera arbitral 25 finales de torneos nacionales. Y en mi último año pité el Mundial de Fútbol de Salón en Mosquera (Cundinamarca) en el 2022, en donde Colombia se llevó el título".
En ese año obtuvo la escarapela AMF, la máxima categoría del fútbol de salón. También dirigió la final de la Liga Nacional Femenina.
En un partido del Mundial de Fútbol de Salón en Mosquera (Cundinamarca).
La frase
"Mi papá siempre decía cuando iba al Coliseo Menor: 'Para dónde va, para su segunda casa'. Es mi segunda casa. Aquí me hice como persona, como deportista, como profesional y como árbitro. Este coliseo me acogió y me dio todo": Bibiana Martínez.
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