Carlos Antonio Vélez, periodista deportivo manizaleño.

Foto | Freddy Arango | LA PATRIA

Carlos Antonio Vélez, periodista deportivo manizaleño.

LA PATRIA | MANIZALES

Odios y amores es lo que genera en los aficionados del fútbol el periodista deportivo manizaleño Carlos Antonio Vélez Naranjo, quien estuvo durante la semana anterior en la capital caldense presentando su libro Palabras Mayores, invitado por la Acord Caldas y en reencuentros familiares. Desde hace 14 años no venía a la ciudad.

Son 52 años de trayectoria profesional con 12 mundiales de mayores y 6 juveniles a sus espaldas. Actualmente continúa con sus programas 'Planeta Fútbol' a través de RCN Radio y 'Palabras Mayores' por Win Sports.

Por esta razón, LA PATRIA conversó con él para conocer más sobre el libro y su trabajo periodístico.

¿Cómo han sido estos 52 años de trayectoria periodística?

Fotos | Tomadas de 'Palabras Mayores' | LA PATRIA

En la Feria de Manizales, transmitiendo para Caracol Radio. 

Ha sido un proceso muy agradable, pero también muy duro. El comienzo fue complejo, empecé aquí en Manizales en La Voz de los Fundadores, que quedaba al lado del Parque Caldas. Octavio Jaramillo, si no estoy mal, era el dueño. De ahí me fui a Caracol. En ese tiempo aquí manejaba todo Javier Giraldo Neira, era el capo y con toda razón, fue siempre un periodista brillante, y me fui a Pereira. Me movía entre las dos ciudades, pero en Pereira trabajaba más. Allá nos fue muy bien y desde ahí me proyecté a Bogotá, dejé la Universidad de Caldas (donde estudiaba Derecho), dejé a mi familia, me fui en 1977.

Estuve en la Copa América de 1975 en Bogotá con Caracol haciendo un reemplazo y resulta que por uno de esos accidentes de la vida me tocó comentar esa final y Willy Vargas me propuso que me fuera a trabajar a Bogotá.

Estudiaba en la semana y me iba a los fines de semana a Bogotá. Llegó un momento en el que Armando Moncada me dijo: "Tienes que decidir si quieres ser un buen abogado o figura en esto, porque tienes que trabajar en esto", y me fui. Traté de nivelar en la Universidad Católica. El doctor Jaime Betancourt Cuartas me entregó un documento según el cual podía presentar los preparatorios el día que quisiera, pero justo cuando comenzaban los preparatorios fue la despedida de Pelé y en esa época Armando Moncada la compró, me fui para Nueva York y dejé tirados los exámenes.

En ese momento de la despedida nació Luis Carlos, mi hijo, ahí ya empecé a tener ese conflicto entre el viaje y la familia, pero mi mujer sabía con quién se había casado. Estábamos luchando por un sitio y había que hacerlo.

 

Cuéntenos sobre el libro...

Foto | Darío Augusto Cardona | LA PATRIA

Carlos Antonio Vélez en el presentación del libro con el presidente de la Acord Caldas, Mario César Otálvaro.

Es un libro que inicialmente quedó muy grande, tuvimos que quitarle cosas. Tuvo una gran participación Felipe Valderrama, que es un periodista joven. Uno le cuenta la historia y él escribe tal cual uno se la cuenta, es como si uno lo estuviera escribiendo, está hecho a cuatro manos.

En 120 horas, le conté mi historia. De pronto se quedaron muchas cosas en el camino. Y así fue el libro desarrollándose, después de un comienzo en el que no quería, creí que era un escrito sobre fútbol y después resultó un libro de mi vida. Les dije a los de la editorial (Planeta) que eso no le interesaba a nadie y me dijeron que ellos eran los que vendían libros y al final acepté un poco a regañadientes, pero lo hicimos, salió y después ya muy a gusto logramos sacar dos ediciones.

 

¿Qué le ha dejado el periodismo?

Con Juan Carlos Osorio en las transmisiones del Mundial de Brasil 2014. 

El periodismo me ha dejado el fútbol inicialmente. El fútbol me ha dejado la familia, un bienestar económico, es que ha sido mi vida. Uno no puede decir una cosa distinta cuando tiene 52 años de ejercicio profesional.

Tengo un Honoris Causa de Periodismo que la Universidad Autónoma del Caribe nos dio a Hernán Peláez, Iván Mejía, Wbeimar Muñoz y a mí, pero es más la experiencia, la hoja de vida mía está llena de de eventos, de campeonatos, de partidos.

 

¿El fútbol le ha dejado amigos?

Rumbo al estadio Fernando Londoño Londoño a ver al Once Caldas, junto a su padre Luis Carlos Vélez. 

Me ha dejado amigos y enemigos. Me pasa que hablo bien de Millonarios y la gente de Santa Fe cree que estoy hablando mal de Santa Fe, estoy es hablando bien de Millonarios. La temporada pasada a mí me parecía que Santa Fe era mejor equipo que Bucaramanga y sigo creyendo que fue mejor equipo y uno mira la reclasificación es el primero de esa tabla. Y se ve que el segundo de la reclasificación es Tolima y el tercero es ahora Once Caldas, no puedo decir una cosa distinta.

A mí me gustaría mucho hacer un periodismo sin problema, pero a mi conciencia no le gustaría eso. He hecho muchos amigos porque no puedo negarlo. Tengo muy buenos amigos en el fútbol del mundo y también tengo gente que no está de acuerdo y me parece muy bien, eso hace parte de la fiesta.

 

¿En qué cree que ha cambiado el periodismo deportivo?

Las redes sociales, primero, han graduado de periodista a cualquiera. Incluso gente que ni siquiera practica el periodismo, que solamente escribe porque le gusta una cosa o no le gusta otra, y esto no es de mi gusto.

Ha dejado un poquito la academia y la investigación. Ahora todo es inmediatez, uno busca en el Twitter qué pasó, entonces hay dos renglones ahí que dicen que pasó.

Eso va matando los medios tradicionales, que tienen periodistas profesionales. En un periódico hay que trabajar todo un día, en la televisión hay que elaborar un noticiero y ahora cualquiera se convierte en tendencia y de ahí se ha pegado mucha gente de los medios formales y la capacitación es muy pobre. La gente habla de cualquier cosa como si supiera, todo el mundo opina de política, de fútbol, de baloncesto, de aviación, todo el mundo opina de todo y todo el mundo sabe de todo.

 

¿Usted considera que cambió la forma de hacer periodismo con el uso del computador?

Sí, ahora es todo mucho más fácil, el proceso investigativo no existe. La gente entra a Google para buscar cualquier cosa y cree que eso es investigarlo, eso no es así.

A mí me parece que eso no tiene nada que ver con la investigación y ese peligro investigativo, ese ánimo de prepararse y estudiar no existe porque simplemente buscas la página y entonces salieron cuatro o cinco versiones y las toman como ciertas y esa es la capacitación y eso no puede ser. Lamentablemente es lo que hay.

 

Dos cosas que lo diferencian de los demás periodistas son su manera de transmitir y de conocer el fútbol. ¿Cómo ha sido ese diferencial al resto?

Tengo amigos que dicen que soy un técnico frustrado, pero uno es un técnico frustrado cuando quiso ser técnico. A mí cuando me ofrecieron el Deportivo Pereira hace muchos años les contesté que técnico no soy, soy un periodista al que le inquietan cosas y quiero aprender.

A mí esta inquietud me la sembraron muchas personas, esta manera de intentar interpretar el juego y estudiarlo fue gracias a Aníbal 'Maño' Ruiz y Osvaldo Zubeldía. Cuando lo conocí a él, me prestó dos libros, después se murió y me quedé con ellos.

Claro que igual cuando estaba vivo no se los devolví, fueron mis primeros libros de fútbol. Después llegaron Juan José Peláez y Francisco Maturana. Toda esa etapa y estudiaba con todo lo que hacía, me veía las prácticas. Y ya empezó la era académica. He estudiado en la Johan Cruyff, hice un curso de analítica de datos para la data que actualmente se maneja. En Conmebol tengo estudios como analista de rendimiento, gestión deportiva, coaching.

Acabo de terminar el modelo de juego en la Universidad Europea. A mí me gusta esto, entonces trato de transmitirlo. Mi madre fue maestra, entonces del tema pedagógico trato de tomar muchas de las cosas que le aprendí. Y estoy tratando de hacerlo. No sé hasta cuándo pueda llegar porque a la gente le gusta lo fácil.

 

Así como Javier Giraldo Neira tuvo su escuela de periodistas, ¿cree usted que también ha creado su escuela durante estos años?

Creo que sí. Hay gente que trata de hacerlo y estudia. Tengo compañeros en Win que han seguido esa maña y es muy agradable. A todos les he transmitido eso y creo que sí tengo algunos que están por el mismo camino y van a ser muy buenos como Juan Felipe Cadavid, Gonzalo de Feliche, podría haber tres o cuatro. Hay muchachos jóvenes que están haciendo su carrera y les va a ir muy bien.

 

¿Qué es lo que considera lo grato y lo ingrato de esta profesión?

Lo ingrato es que algún sector de la población quiera vivir de lo que quiere oír, que no tenga la capacidad de análisis, ni siquiera de soportar un concepto contrario, entonces cuando un partido se gana hay que decir que fue muy bueno todo y que fue brillante y eso es lo que la gente quiere oír.

No siempre cuando se gana todo es bueno y no siempre cuando se pierde todo es malo. Por eso no me gusta ver partidos acompañado. Los veo solo porque veo el fútbol de una manera diferente, me he preparado y estudiado para esto. No lo veo ni con la bufanda y he dicho públicamente que no soy hincha ni de la selección, obviamente que amo a mi país. Trato de hacer una separación, lo emocional de lo futbolístico. Lo emocional lo respeto, que griten y la locura. Eso está muy bien, pero permítanme a mí hacer unos análisis desde el punto de vista futbolístico. Puedo estar equivocado, pero esa es mi manera de ver el juego.

Lo grato lo vivimos todos los días y a mí me gusta mucho que disfruten. Mi mujer va conmigo a todas partes, cuando llegamos nos encontramos con varios equipos de fútbol y las cosas que te dicen los técnicos o los jugadores cuando se arriman, entonces siento que mi mujer eso lo disfruta y lo vive. Esa es la parte grata, pero igual no leo ni el elogio ni la crítica. Solo no quiero que nadie me diga bueno o malo, dejen lo hago y ya veré, que Dios me juzgue.

 

¿Qué es lo bueno de ser periodista deportivo?

Es mejor ser periodista deportivo que ser periodista de otra cosa, qué tal uno todos los días hablando de este Gobierno, de las miserias que tenemos en el mundo. En cambio nosotros transmitimos generalmente alegrías. Además, yo conozco el mundo por el fútbol, jamás hubiera pensado haber ido donde he ido con el fútbol. Haber estado en Egipto, en Catar, en Dubai, en Sudáfrica, sin hablar de lo que es normal para todo el mundo: París, Roma, Londres... Yo hago finales de Champions desde el 2012, los mundiales de fútbol, eso es divino.

 

Usted les ha comentado a muchos narradores. ¿Cuál ha sido el que más lo ha marcado?

El fallecido narrador Édgar Perea con Carlos Antonio Vélez.

He tenido la fortuna de haber trabajado hasta con Édgar Perea, con quien tenía diferencias, más él conmigo que yo con él. Él siempre se alimentó de la pelea, siempre, y me buscaba pleito, pero no le contestaba. Cuando llegaba a Barranquilla, los ambientes eran calientes. Eso era bueno, soy taurino y nunca lo he negado, uno de Manizales si no es taurino no es caldense, y para mí mientras más bravo sea el toro mejor es la corrida, entonces a ver quién me sale yo lo capoteo.

También he tenido narradores como como Jorge Eliécer Torres, el emperador Marco Antonio Bustos, Gustavo 'el Tato' Sanint, Javier Fernández, Eduardo Luis López, con los nuevos y viejos.

Y me tocó hacer la final de la Intercontinental con el narrador de Transmisora Caldas en esa época, que después lo perdimos en una carrera de ciclismo: Alberto Martínez Prader.

 

¿Qué satisfacción le dejan estos años de trabajo con tantos eventos?

El exfutbolista brasileño Ronaldo Nazario fue el encargado de entregarle el reconomiento de la FIFA.

La satisfacción la viví en Catar. Cuando la Asociación Internacional de Periodistas me escribió tres meses antes y me preguntó qué día llegaba a Doha y pregunté por qué y me dijeron que la FIFA quería hacer un homenaje a todos los que tengan más de ocho mundiales y que yo tenía 12.

Llegamos a Catar y pasaron los días hasta que nos llegó una invitación de FIFA y fue una sensación muy agradable encontrarse uno en el mismo teatro con grandes instituciones. Tengo las fotos de personas que ya se murieron. Había unos que tenían 14 mundiales.

Estaba ahí la pléyade del periodismo mundial. Eso es un reconocimiento, la primera vez que la FIFA le agradece al periodismo lo que ha hecho por el fútbol cuando toda la vida resulta que nosotros olemos mal porque criticamos, pues hay que criticar lo que no sirve y uno no puede estar de lamebotas todo el día.

 

¿De qué equipo internacional es hincha?

Junto a su hijo Luis Carlos en la final de la Champions League 2017: El Real Madrid fue campeón

Sí, del Real Madrid. Eso no lo puedo negar porque le hago cuatro o cinco viajes al año. Desde hace muchos años, tengo una fotografía con Luis Carlos muy niño, en esas maquetas que ponen los jugadores del Madrid y tienen dos huecos así para que uno meta la cara y estamos con un Real Madrid de la Quinta del Buitre con Butragueño. Estamos con esos jugadores de esa época. Pero vine a ser socio del Madrid en el 2012 o el 2013.

De joven fui hincha del Once, eso no lo puedo negar. Que ahora uno profesionalmente mire las cosas de otra manera sí, porque tengo responsabilidades con Millonarios, Nacional, con todos, cuando me toca dar palo y cuando me toque elogiar lo hago.

 

¿Cómo ve el presente del Once Caldas?

Es un caso muy raro. Porque se le fue el ecuatoriano Billy Arce, que era importante y era un socio para Dayro Moreno, muy bueno. Con Dayro llegó un momento en que se apagó después de que llegó al récord que él quería. Me molesta mucho cuando empieza a reclamarles a los compañeros y lo he manifestado en los comentarios. Es un caso muy especial, se le van los jugadores, no lo reemplazan como tendrían que hacerlo.

Herrera era un asistente, fue un milagro nacional y lo tuvieron que nombrar porque no había otro. Ahora, aquí vino como asistente de Pedro Sarmiento. Cuando se va, Herrera se queda y con todo el respeto que se merece el profe nunca creí que él pudiera hacer un equipo que jugara bien, y este es un equipo que juega bien.

Vas encontrando un montón de registros: laterales que te abren el campo, que no van los dos a la vez, uno que se regula, el otro que tiene remate de media distancia, que va en diagonal. Los dos pivotes, uno con buen manejo, otro con buen remate. A Palacios por la izquierda todavía creo que le falta frialdad para tomar algunas decisiones.

Ahí es donde dice uno: "Esto es un milagro, de dónde salió". Junior se gasta fortunas; Millonarios se gastó una fortuna trayendo a Falcao; lo de Nacional no tiene presentación, trae todos los jugadores que ya estaban liquidados afuera (Cardona, Campuzano...), y estos de primeros, están a tres puntos de meterse entre los ocho y cuidado si tienen la fortuna de que el equipo no se caiga.

A mí la verdad me ha sorprendido y he dicho públicamente que no esperaba tanto de Herrera y no esperaba tanto de este equipo, por eso digo que es el equipo milagro, pero está jugando muy bien.

 

¿Qué lo trajo de nuevo a Manizales?

Era un viaje que tenía con mi señora programado hace rato. Desde que enterré a mi hermano Rafael eso me golpeó mucho, no lo puedo negar, y mis padres están enterrados aquí en Jardines. Tengo acá a otros dos hermanos, pero los llevé a Bogotá y nos veíamos en otros lados. Era un tema más sentimental.

Pero hace como un año dijimos: "Vayamos a Manizales, a darles vuelta a los viejos, a visitarlos". Y vino un hermano que teníamos en Estados Unidos y que decidió radicarse ya de vejez aquí en su tierra, entonces como que los cuatro estábamos por esta misma época y esta fue la única semana que tuve para venir, porque ya de aquí en adelante, tengo todo comprometido. Entonces dijimos: "Volémonos estos días", y estamos encantados.

 

¿Cuál es su mensaje para las nuevas generaciones del periodismo deportivo?

Que no se dejen llevar por el facilismo de las redes sociales, son muy fáciles. Tengan mucho cuidado con eso, prepárense.

Cuando pase todo va a prevalecer el que mejor haga las cosas, el que más entienda de su oficio, el que elabore bien. Los reporteros, los de la crónica, empiezan a desaparecer. Ahora son 240 caracteres y un montón de cosas tan raras, hagamos un periodismo de verdad del que se puedan guiar los muchachos. La capacitación y el conocimiento del área que manejan es fundamental.

 

Familia

Con sus nietos: Hannah, Simón y Antonio

Carlos Antonio Vélez Naranjo es hijo de la maestra Cielo Naranjo y del miembro de la Armada Colombia Luis Carlos Vélez. Es el mayor de cinco hermanos: Rafael, Luis Fernando, Maria Teresa y Eduardo.

Es casado con Maria Teresa Marroquín y de esa unión nacieron Luis Carlos y Paola. Tiene tres nietos: Antonio, Hannah y Simón.

 


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