Deportes Quindío empezó el Torneo Betplay Dimayor sumergido en problemas. Malos rendimientos en la cancha, protestas de los hinchas que fueron intervenidos por policías y suspensión de partidos, son episodios que se siguen sumando a las historias que ha tenido el equipo cuyabro en la segunda división del fútbol colombiano. 

Después de la derrota por la mínima contra Cúcuta Deportivo en la tercera fecha del campeonato, el entrenador, Carlos Eduardo Velasco, reflexionó sobre la presión que tienen sus dirigidos, la mayoría de ellos jugadores jóvenes y en formación, que cargan con la frustración de más de una década en la b. 

El entrenador aprovechó la rueda de prensa después del partido para analizar primero el rendimiento de sus dirigidos y luego para hablar sobre el rol del hincha en medio de la crisis.

Partido atípico

El primer punto que subrayó Velasco fue la interrupción del partido debido a los enfrentamientos en la tribuna entre hinchas y policía, por la resistencia de los aficionados a retirar una pancarta que decía: 11 años en la B con ganancias de la A. Dimayor, cómplice. 

“Tres reactivaciones, eso no es normal en el fútbol. Eso es atípico. Y eso atenta con ese factor que nosotros queremos mejorar en el fútbol colombiano. Estos factores conllevan a que este tipo de situaciones ratifiquen que el fútbol colombiano no puede tener violentos en la tribuna”, señaló.

Los enfrentamientos entre policías y aficionados se prolongó por poco más de una hora, cuando el partido se había jugado media hora. Después de eso se jugaron los 15 restantes del primer tiempo. Un factor que pudo ser preponderante para la concentración de los jugadores. 

“Nos equivocamos en una jugada que estaba cantada, cantada en la charla técnica y más que en la charla técnica en el trabajo de la semana. Eso quiere decir que nos sigue pasando factura el no estar atentos durante los 100 minutos que dura el compromiso”.

Andrés Álvarez, lateral del equipo, argumentó que ese parón los afectó desde lo psicológico a ellos y que benefició a los rivales, ya que pudieron acomodarse mejor en el campo. 

“Creo que cambió mucho el el modo de jugar porque los teníamos allá metidos prácticamente. O sea, la para conllevó a que ellos tomaran aire y se pararan mejor”, mencionó el jugador.

La violencia de la frustración

A pesar de los análisis de porqué se perdió el partido, la rueda de prensa giró en torno a la labor del hincha. Los años acumulados en la B han generado un clima de escepticismo con el equipo, debido a los fracasos acumulados, la poca inversión en un plantel competitivo y la aparente comodidad de los directivos con la posición del equipo. 

Ese clima se ha traducido en un aliento negativo de la hinchada tanto a los entrenadores como a los jugadores que llegan temporada tras temporada, algo que según el técnico, afecta a los jugadores en su rendimiento. 

“Hay un factor determinante y es el daño que le está haciendo la tribuna al equipo. No es lo mismo cuando usted recibe un estímulo desde lo auditivo positivo, que cale en el factor cognitivo de los atletas para así superarse”.

El entrenador aclaró que los jugadores no es que sean débiles o fracos como dirían en Brasil a los jugadores sin temperamento que se derrumban emocionalmente fácil. Porque trabajan a doble turno para ganar en el terreno de juego. 

Incluso Velasco señaló que tienen identificados a los hinchas que se dedican a demeritar la labor de los jugadores. Como es constante esa forma del aliento, ha llevado personas en los entrenamientos que preparen a los jugadores para los insultos, pero aún es algo para mejorar.

“Con gente que traigo para que hagamos ese ejercicio puntual de lo que pasa el domingo o el miércoles, pero ahí ese es un factor que debe superar este equipo. Porque así como nosotros asumimos la responsabilidad de todo lo que acontece aquí, hay factores externos que le están afectando a este club y a este equipo” reflexionó Velasco.

“Yo no vine por la plata”: Carlos Eduardo Velasco 

El entrenador también se refirió a los señalamientos que le hacen los hinchas. En su defensa dijo que había aceptado el reto de ir a Deportes Quindío motivado por el proyecto deportivo no por el incentivo económico. 

“Pueden decir lo que quieran, menos que yo me robo un peso, yo no vine aquí por plata, no vine aquí por dinero, yo vine por el proyecto deportivo y porque yo me considero un buen entrenador, a esos que vienen aquí a maltratar los jugadores, a maltratar el ser humano, que piensen que en su casa hay una niña, hay un niño y aquí en la tribuna vienen niños que quieren ver su equipo y vienen a respaldarlo con el corazón”, mencionó el entrenador.

Velasco reafirmó su compromiso con el club: "Amo el fútbol y amo mi profesión. Estoy seguro de que vamos a sacar adelante a este equipo, pero necesitamos paciencia". También dejó claro que no abandonará el proyecto pese a la adversidad. "No voy a salir corriendo por dos o tres que vienen a atropellar el fútbol", concluyó.

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