"Cátedra de género obligatoria para toda la Universidad". Esta fue una petición de la asamblea violeta a raíz de casos de acoso sexual que se presentaron en la Universidad de Caldas el año pasado. Los docentes las escucharon, y este semestre implementaron un piloto.

Cada lunes, a las 4:00 p.m., cerca de 40 estudiantes de Geología de la institución llegan al salón D105, ubicado en el bloque de ingenierías, para recibir la clase de Fundamentos de género, interseccionalidad y enfoque de derechos.

Allí, Susana Alvarán Serna es la docente encargada de impartir en las aulas, por primera vez en la institución de educación superior, los conceptos feministas y de la comunidad LGBTIQ+. En su clase ella abarca la teoría queer, que se conoce como la teoría marica. "Es la teoría de lo raro, la torcida", añade.

Y, ¿por qué se enseñaría esto dentro de una universidad? Gabriel Gallego Montes, quien hasta hace un mes fue decano de la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales y promotor de la nueva cátedra, relata que el objetivo es "incorporar la equidad, igualdad y la prevención de la violencia en la U."

Si la clase se incorpora de manera obligatoria, Gallego Montes calcula que al cabo de cinco años, "podemos bajar mucho las estadísticas de acoso y abuso escolar. Los estudiantes desarrollarán relaciones más empáticas y democráticas".

Teorías

En el ensayo 'Queer: historia de una palabra', la filósofa española Beatriz Preciado señala: “Desde su aparición en el siglo XVIII en lengua inglesa, queer servía para referirse al tramposo, al ladrón, al borracho y a la oveja negra, pero también a todo aquel que no pudiera ser inmediatamente reconocido como hombre o mujer. Era una manera de calificar a los hombres afeminados y a las mujeres masculinas".

En la clase, Susana ejemplifica la declaración de Beatriz Preciado con una fotografía en la que aparecen dos personas. "¿Cuando ustedes ven esta imagen, en qué piensan?", le pregunta Alvarán a sus estudiantes.

En la pantalla se observa a dos sujetos blancos, desnudos, delgados y con cabello corto. Pero, cuando se mira con detenimiento, uno tiene senos y entre sus piernas un pene. A su lado izquierdo se ubica el otro, que no tiene mamas, pero sí vagina.

Un estudiante responde que le parecen raros; Susana le explica que esa es la primera percepción que se crea, pues "tienen características que asociamos con los géneros, y las tienen trocadas". Por tanto, algunas maricas, lesbianas y trans pasan a autodenominarse queer. "La palabra dejó de ser un instrumento de represión social para convertirse en uno revolucionario”, escribe la filósofa Preciado.

Al fondo una estudiante de Susana complementa: "Algo muy muy bonito que leía es que cada cuerpo se puede construir como desee y no debe cumplir con estereotipos. Si un hombre tiene vagina no deja de ser menos hombre y si una mujer no tiene cabello no deja de ser menos mujer".

Los estudiantes

Susana cuenta con cuatro grupos, cada uno con 40 estudiantes. "Les ha encantado. A algunos les parece muy interesante y dicen que es un tema que deberían ver todas las personas. Otros lo ven como temas irrelevantes porque nunca pretendieron estudiarlos", relata Alvarán Serna. Además explica que la resistencia de una parte de la población estudiantil se debe a que "cuestiona muchas de las creencias que tenemos normalizadas".

Entre las creencias que menciona la docente se ubican los conceptos de raza, género y clase. Cuando lo anterior se junta, entra la teoría queer a criticar el feminismo y las protestas LGBTI+. "La raza, por ejemplo, es un dispositivo de poder que busca dominar poblaciones con características no blancas, creando la idea de inferioridad en esencia", argumenta Susana.

En este momento 300 estudiantes están tomando el curso. De ellos, de acuerdo con Gabriel Gallego, más de la mitad se han sentido cercanos al tema. El reto es decirles a esos estudiantes que preguntan que porqué les imponemos los temas, que hablar de género es hablar de derechos humanos.

Es una decisión administrativa

Que la cátedra pase a ser una realidad en la U. de Caldas es una decisión del Consejo Académico y del Consejo Superior. Gallego declara que "se requiere que los estudiantes validen la importancia de la clase, y se requiere mucha voluntad política", debido a que si se lleva a toda la Universidad se necesitan entre 25 y 30 cursos.

La prueba piloto evalúa costos, intensidades, duración de los cursos, desempeño académico y desarrollo curricular. Se va a evaluar al final del semestre con los comités de género y se darán las recomendaciones al Consejo Académico para que pase a ser parte de la malla curricular.

"Yo confío mucho en el Consejo Académico porque la Universidad ha hecho un muy buen trabajo en los temas de género, pero esto nos lleva a un reto pedagógico, que es transformar la política curricular. Eso es una deuda porque tiene cerca de 20 años, y hay que adaptarla a las nuevas demandas", concluye Gallego.

Facultades

El piloto de la cátedra de Fundamentos de género, interseccionalidad y enfoque de derechos se imparte de manera obligatoria a los estudiantes de siete carreras de:

*Ciencias agropecuarias

*Ciencias exactas y naturales

*Facultad de ingenierías

Estudiantes de primer semestre de Geología

Estefanía Urrea

*La teoría queer nos habla sobre la diversidad y se enfoca en las personas trans. Relata cómo a partir de la diversidad y la empatía podemos tomar términos y aplicarlos en diferentes géneros.

*El acoso es algo que se ha normalizado demasiado y no debería ser así, porque puede afectar a las personas tanto física como mentalmente.

*Fue bueno implementar la cátedra porque es algo que nos compete a todos y nos ayuda a mejorar como personas.

Emerson Monsalve

*Ahora estamos viendo teórica queer, pero en el módulo pasado vimos feminismos.

*Yo vine a esta clase con un concepto del feminismo radical muy erróneo, pensaba que simplemente hacían disturbios y daños, pero con la lectura descubrí que gracias a todo lo que hicieron empoderar a las mujeres en las casas.

*Se ha puesto en acción lo que hemos aprendido. He notado que en el grupo hay más solidaridad e igualdad, y yo ya no ofendo a nadie por la forma de vestir.

*Se nota un interés de la Administración y las facultades. Creo que la Universidad es consciente de lo que ha pasado y esta es una estrategia para mitigar las tasas de acoso.

Juan José Salazar

*Sin importar el área o facultad en la que estemos, debemos aprender a respetar las diferencias que tenemos, tanto en géneros o sexo.

*No debemos ser ignorantes en estos temas porque es un problema social que afecta tanto a universitarios como a la sociedad en general. Vivimos en un conflicto porque discriminamos a las personas.

*Es una materia que no deberíamos de estar viendo, porque es una materia para nuestra formación personal, pero no profesional. Sin embargo, es la que más trabajo nos ha puesto y yo disfruto las clases.