Desde el martes y hasta la fecha las manifestaciones sobre la designación de decanos no han cesado.

Ayer el Comité de Representantes Estudiantiles de Sede (CRES) de la Universidad Nacional sede Manizales rechazó la decisión del Consejo Superior Universitario (CSU) de designar el pasado 10 de septiembre a Gustavo Adolfo Agredo como el nuevo decano de la Facultad de Ingenierías y Arquitectura, pese a tener la menor cantidad de votos en la consulta intertestamentaria en la que participaron estudiantes, docentes y egresados.

La representación estudiantil emitió su voto a favor del candidato con la menor votación en los tres estamentos (Gustavo Adolfo Agredo) y, por ende, con la menor puntuación en la votación ponderada.

“Nos resulta extremadamente preocupante la decisión adoptada por la representación estudiantil en la segunda ronda de votación, la cual contradijo los resultados obtenidos en la consulta”, anotaron.

El CRES manifiesta que lo “más alarmante es que esta decisión fue tomada sin proporcionar argumentos sólidos que justificaran su postura, generando una profunda decepción y sentimiento de traición en la comunidad universitaria”.

Incumplimiento

Cabe destacar que la representación estudiantil había manifestado su compromiso de acogerse a los resultados de la consulta, más específicamente, al voto del estamento estudiantil. Por lo que el cambio de decisión en la segunda ronda de votaciones despierta cuestionamientos y preocupaciones en la comunidad.

El CRES añade: “Este incumplimiento a su palabra desestima el trabajo político y organizativo que se ha realizado durante los últimos cuatro meses de paro”. Teniendo en cuenta que la movilización estudiantil pasada surgió en respuesta al desconocimiento de la designación José Ismael Peña como rector de la Universidad Nacional, el pasado 21 de marzo.

Acciones

Con base en los antecedentes y la reiterada falta de reconocimiento de la consulta, el Comité solicitó la renuncia de la representante estudiantil ante el CSU, Laura Quevedo Álvarez.

También exigen que el CSU reconsidere la decisión, puesto que va en contra de todo lo que dice defender una democracia vinculante y participativa.

“Nos mantenemos firmes en nuestra misión de defender la participación democrática y los derechos de la comunidad universitaria, y continuaremos trabajando para que las voces de los estudiantes sean respetadas y valoradas en cada uno de los espacios de decisión”, concluyeron.

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