LA PATRIA | Manizales

Antonio Ortiz es un escritor nacido en Bogotá. Es el autor de libros como Maleducada, Lo que nunca te dije, Un silencio prohibido, Descubriendo a Miranda, La lluvia guarda secretos y La extraña en mí, entre otros.

Este lunes estuvo como invitado especial al acto de entrega de 96 bibliotecas para sedes educativas públicas, entre rurales y urbanas, de Caldas. La Gobernación invirtió $60 millones en esta dotación, que incluye 30 textos por cada una.

Antonio recuerda algo de su trayectoria: “Estudié literatura inglesa en la Universidad de Arkansas en los Estados Unidos y tengo una especialización en lingüística aplicada de la Universidad de Victoria en Canadá. Y llevo treinta años como docente de Bachillerato”.

La editorial Panamericana lo describe: “Amante de la narración, artista de voz, actor de doblaje y locutor. Siempre ha buscado la forma de llevarles historias a los jóvenes de Latinoamérica. Ha realizado varias presentaciones en Guatemala, Panamá, Perú y Colombia que lo han posicionado como un conferencista de familia”.

LA PATRIA habló con Antonio Ortiz acerca de los retos para los libros físicos, ante los avances de la tecnología con internet, dispositivos móviles, tabletas, inteligencia artificial, entre otros temas:

¿Por qué sigue siendo importante que en medio de tanta tecnología los niños lleguen a tener un libro físico en las manos?

Porque un libro es una herramienta que nos lleva a vivir diferentes vidas. La tecnología es muy buena, nos ayuda en una cantidad de cosas, pero el pensamiento crítico lo desarrolla una persona a través de la lectura, a través de la escritura.

¿O sea que ese ejercicio de desarrollo mental va de la mano con la escritura?

Es la base fundamental. Por ejemplo cuando se escribe a mano, pues normalmente se activa el centro creativo del cerebro. Y eso hace que lógicamente el adolescente, el niño, tenga un desarrollo mucho mejor que cuando, por ejemplo, tiene que exponerse a una pantalla.

Ya hay países evocando la lectura de textos en papel, ¿por qué?

Nos fijamos en el ejemplo de los países nórdicos. En estos momentos, Suecia cambió absolutamente todas las pantallas por libros. Y es por una razón: es que está afectando a los adolescentes en su memoria, en su forma de aprender. Y los libros causan todo lo contrario. Ayudan, alimentan el cerebro de muchas maneras. Y eso hace que el libro se convierta en un elemento tan importante para todo eso, a diferencia de la tablet, de la pantalla.

¿Es decir, hay una buena noticia, el libro no va a morir?

Yo recuerdo mucho de un artículo del País de España que decía que el libro estaba a punto de morir porque salía el Kindle (dispositivo de lectura) y esa clase de cosas. Estamos hoy, a 2024, y el libro no solamente sigue viviendo, sino que además le lleva mucho porcentaje de ganancia a los libros digitales. Eso sí, es algo importante que se tengan libros digitales también, porque son una alternativa.

¿Por qué afirma que hay como el libro?

Sí. No hay como el libro, el olor del papel, la textura, el poder separar la página en la cual uno va a hacer marcas si se necesita, escribir sobre el libro también, porque eso es una manera de conectarse con él. No hay que desplegar nada, no hay que prender nada, no hay que conectar nada. No se desconecta, no le va a fallar a uno en el momento que uno lo necesita.

De Bogotá a Manizales, me comenta usted, que venía leyendo el libro Las ventajas de ser invisible y que le causó una sensación al bajarse del avión...

En el avión me vine leyendo un capítulo de ese libro y yo veía como la gente normalmente saca sus aparatos, los celulares y se ponía a ver algo y se ponía... no sé. Yo venía normalmente leyendo y después de que me bajé del avión me vine pensando en lo que había leído en el capítulo. Eso me alimenta. Cuando uno va a una cita con el odontólogo, con el médico, no hay mejor compañero que un libro.

¿Qué significa que estos libros que entrega la Gobernación de Caldas lleguen a la Caldas remota y cuál es su mensaje para los profesores y esos niños?

Pues una cosa maravillosa que nos puede suceder es tener acceso a los libros, tener acceso a las conversaciones que antes teníamos hace mucho tiempo y que nos hacían más humanos. La gran diferencia en un mundo digitalizado como el de hoy para que la inteligencia artificial no nos quite los empleos, no nos quite las oportunidades, lo mejor siempre es hallar un libro. El libro lo halla a uno realmente, y lo convierte en lector. Así que estas 96 bibliotecas que se están entregando a los municipios va a hacer que esos chicos tengan oportunidad de conocer algo más que lo que conocen hasta el momento. Y un departamento que les apuesta a la educación, al deporte y a la ciencia es un departamento que está digamos que condenado a ser exitoso y a ser feliz.

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