Los piques ilegales que se desarrollan en el municipio industrial, siguen siendo un tema por resolver. Lo que parecía ser una situación de un solo lugar de Dosquebradas, se ha transformado en un problema de varias avenidas.

Al principio solo se presentaban en avenidas o zonas de bodegas. Los más frecuentes eran realizados en la avenida ferrocarril y en las bodegas del sector La Badea. 

Sin embargo, ante los operativos que se realizan en esos sectores, los asistentes a las carreras ilegales, han empezado a usar otros sitios del municipio para no ser detectados por las autoridades mientras corren en las motos. 

Uno de esos es el barrio Molivento, cerca de la avenida Molinos, en donde usan las calles como si fueran las pistas de un Grand Prix. Al ser un sector residencial, los habitantes manifestaron su inquietud por la vulneración de su salud, tanto por el ruido de los motores, como por el peligro de algún accidente. 

Yeison Palacio, secretario de tránsito y transporte de Dosquebradas, confirmó que en el barrio se van a instalar varios reductores de velocidad para que los piques ilegales no afecten la seguridad y el bienestar de la comunidad.

“Tras atender centenares de requerimientos y adelantar varias reuniones con la comunidad del sector de Molivento, se acordó con ellos y la Administración municipal, la instalación de siete reductores de velocidad con el propósito de poner fin a dicha práctica”, indicó Palacio. 

Felipe Mejía, titular de la cartera de obras del municipio, también se pronunció al respecto, señalando que esperan disminuir el atractivo de las vías del barrio con los reductores de velocidad. 

“Hicimos la evaluación de la viabilidad para la construcción de resaltos parabólicos con mezcla asfáltica, para apaciguar un poco los piques que realizan los jóvenes del área metropolitana, lo que disminuirá el atractivo que genera la vía de esta importante barrio y se mejorará la seguridad vial”, acotó al respecto el ingeniero.

Mientras se adelantan las labores de legación del contrato y la instalación de los reductores, se continuará con los operativos de control por parte de los agentes de tránsito y la Policía Nacional, a través de los uniformados que se encuentran bajo el mando del mayor Felipe Sánchez Bedoya.  

“Lo que se garantizará con la instalación de estos reductores, es una mejor calidad de vida a las personas que precisamente compraron sus viviendas en esta zona para disfrutar de espacios libres de ruido y rodeados de naturaleza, pero que los practicantes de los piques ilegales convirtieron  en una zona de desorden e inseguridad”, agregó el secretario de Movilidad de Dosquebradas.

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