La coordinación y la forma de danzar de los ocho bailarines demostró el talento, el trabajo con la respiración y la preparación para llevar este trabajo a la escena

La coordinación y la forma de danzar de los ocho bailarines demostró el talento, el trabajo con la respiración y la preparación para llevar este trabajo a la escena

Una pareja de bailarines se funde en un beso y danza, sin despegar sus labios, teniendo como fondo las canciones de Roberto Carlos. Unas gruesas y tonificadas piernas demuestran la fuerza de él, mientras que ella, delgada y delicada, se desliza, se prende, se eleva y se abraza al baile, al hombre, a la danza.

Las canciones que bailaste para mí citó en el escenario del Teatro Los Fundadores a cuatro parejas de baile y a los fanáticos del cantautor brasilero, con el fin de hacer de la poesía y el romanticismos de 72 de sus canciones un espectáculo que al final el público aplaudió de pie.

Ser el jabón que te suaviza, el baño que te baña

La toalla que deslizas por tu piel mojada

La elasticidad de los bailarines, sus movimientos suaves y apasionados en grupo, individual o en dúo entretuvieron a un público que se dejó llevar por la música, por las letras en portugués y por la forma de danzar de las parejas, al punto que se sorprendió cuando los bailarines se bajaron del escenario para entrelazar sus manos con algunos asistentes.

Lady Laura, abrázame fuerte

Lady Laura, y cuéntame un cuento

En 60 minutos Focus Cía de Danza, compañía proveniente de Brasil, hizo de su montaje una banda sonora que recopiló lo mejor de Roberto Carlos. La música y la danza lograron un solo cuerpo coordinado, en el que hombres y mujeres se destacaron en el escenario.

Mandé mi cadilak al mecánico hace días

Hace tanto tiempo que en verdad lo merecía

Y como necesito tanto el carro lo llevé a revisar bi, bi

Quiero reparar mi cadilak, yu, bi, du, bi, du, bi, du, du, bi

Un sutil beso entre dos hombres, uno más entre mujeres, un juego de luces que trasladaban al público a sentirse en una fiesta o incluso a recordar viejas épocas. Sillas de metal que sirvieron de piso, de camino, de instrumento de baile. Las canciones que bailaste para mí, un trabajo para ser visto por niños, jóvenes y adultos, una buena dosis en la recta final del Festival Internacional de Teatro de Manizales.