Hermann Rodríguez Hoffmann se desempeñó como cirujano plástico en Bogotá y los últimos años de vida profesional los pasó en Manizales. Hizo parte de la reserva del Ejercito Nacional y del Tribunal de Ética Medica.

LA PATRIA | Manizales
Agradezco a todos las muestras de cariño y solidaridad en estos momentos en que se nos ha partido el alma. 
Hablar de Hermann es difícil, pero será recordado por su grandeza y lo grandioso de su legado. 
Desde que lo conocí me di cuenta de su personalidad intachable y de su extraordinaria formación que fue lo que más me atrajo para compartir su existencia con la mía. 
Siempre me impresionó que nunca discriminó a nadie ni por su origen, condición social o económica. 
Otra de las cualidades por las que siempre lo recordaré es por su excelente memoria y la actualización de la realidad nacional e internacional, del acontecer del mundo y nuestra Nación. 
Todas estas circunstancias hacen que Hermann Rodríguez haya sido un ser auténtico e irrepetible al que no se le puede olvidar jamás. 
Sus hijos llevarán su huella trascendente de amor y de bondad al igual que los demás miembros de la familia y quienes tuvieron la fortuna de conocerlo.
 Te recordaré con alegría y te llevaré siempre en mi corazón.
Tu esposa,
Ester Sierra Botero.