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Alias Jhónatan, en el juicio de la semana pasada en el que le dictaron sentido de fallo absolutorio, por extorsión tentada agravada.
LA PATRIA | MANIZALES
En derecho, cuando hay dudas, se resuelven a favor del procesado y se da la absolución. Esto le pasó a Fabio César Mejía, alias Jhónatan, excomandante del Cacique Pipintá de las Auc en Caldas, en un proceso en el cual lo acusaban de pedirle $300 millones a la familia pacoreña Serna Suaza, en diciembre del 2012, para no enredarla en homicidios ocurridos en la época del conflicto armado.
La semana pasada le dictaron sentido de fallo absolutorio, luego de tres días de juicio por extorsión tentada agravada.
Había dos hipótesis: que Jhónatan pidió el dinero o que la familia que fungía como víctima le ofreció plata como soborno para evitar que uno de sus integrantes, Daniel, detenido en ese momento señalado de colaborar de las Auc del Cacique, terminara condenado. Además, para que el exparamilitar declarara a su favor.
Para el juez, ni la Fiscalía ni la abogada del excombatiente demostraron sus argumentos en cada caso, por lo que la duda favoreció al procesado.
Clave
Resultó clave la declaración del testigo de la defensa Jorge Mauricio Tabares Cardona, quien lleva 20 años en la Sijín del departamento. Contó que participó en la captura del exparamilitar en el 2007, que este ayudó a más detenciones posteriores y que fue testigo en varios procesos.
"En diciembre del 2012 se comunicó conmigo y me indicó que tenía la imperiosa necesidad de informarle al fiscal especializado Juan Fernando Londoño sobre un ofrecimiento que le estaban haciendo para retractarse y no implicar en un proceso judicial a un señor Serna, no sé si hijo o padre. Le respondí que era imposible ubicarlo por la vacancia judicial", narró en el juicio Tabares Cardona.
Según el escrito de acusación, la petición de dinero se la hizo Jhónatan a Daniel Serna Suaza (fallecido) el 7 de diciembre en el patio 5B, que compartían en la cárcel La Blanca, de Manizales. Le pidió que llamara a su hijo, José Darienso Serna Hernández, para que fuera a la siguiente visita y así pudiera explicarle las condiciones.
"Papá me llamó y me citó en la cárcel, porque necesitaba concretar urgente la entrega del dinero, o de lo contrario nos enredarían a mí y a mi tío, José Ignacio, en unos homicidios, que porque 'a él (Jhónatan) en la Fiscalía le creían todo y eran unos 32 años de encierro y multa de $2 mil 800 millones'; que no le costaba nada juntar a cuatro o cinco exparas para incriminarnos y mandarnos a un calabozo como hizo con mi padre; que la entrega sería en La Merced, y que la persona que recibiría la plata daría un santo y seña: 'Vamos pa' Santa Marta'. Accedimos, pero mejor nos dirigimos al Gaula a denunciar, acudimos a la cita, pero no salió nadie por el dinero. A Jhónatan lo cambiaron de prisión y después de eso no volvieron a intimidar más", declaró José Darienso.
La abogada del expara manifestó que esa denuncia fue un desquite de la familia por la detención de Daniel y que sobornaron a su cliente porque era un testigo clave en ese proceso.
Daniel Serna Suaza, fallecido.
Cuatro datos
- José Daniel Serna Suaza estuvo secuestrado por el frente 47 de las Farc durante 14 meses. Se lo llevaron el 15 de diciembre del 2001, de la vereda El Castillo, de Pácora (Caldas). Por su liberación la familia tuvo que pagar rescate. Por su secuestro se ordenó el embargo de la recompensa que recibió el exguerrillero alias Rojas (hoy fallecido) por entregar muerto a su jefe, alias Iván Ríos, del secretariado de las Farc. El dinero se usaría para reparar a las víctimas de Rojas.
- Jhónatan acumula unas 60 condenas. Ahora paga 39 años por la muerte de Iván Rincón, exalcalde de Aguadas, y 40 por la del líder indígena Gabriel Cartagena.
- Alias Jhónatan denunció a los Serna por soborno en la actuación penal, en ese entonces. El caso está activo.
- "Papá murió sin saber si era culpable o inocente. Pereció prácticamente en la cárcel, salió a una operación de la cabeza y a los 15 días se nos fue": José Darienso.