LA PATRIA | MANIZALES

"No lo quería hacer, pero lo hecho hecho está. Que me perdone la familia, tenía mucha rabia". Eso dijo ayer el minero artesanal José Adonay Osorio Flórez, al reconocer que adelantó un preacuerdo con la Fiscalía de Riosucio para aceptar que mató al pacoreño Pablo Andrés Colina Ramírez, en Marmato (Caldas).

Se haría la audiencia de formulación de acusación, ante el Juzgado Penal del Circuito de Riosucio, pero se indicó que había un pacto en que se le reconoce a José Adonay ira e intenso dolor, con una pena de 9 años de prisión. El juez lo avaló, no hubo objeciones y la familia del fallecido también estuvo de acuerdo.

El caso se presentó el 12 de marzo, a las 12:02 de la madrugada, en el barrio La Betulia, sector El Llano del municipio minero, frente a unos billares. El sujeto atacó a Pablo Andrés, conocido como el Mocho, con arma blanca. Le pegó dos puñaladas que lo tuvieron en delicado estado de salud por varios días, hasta que falleció en Manizales. Una herida fue en el tórax, de 8 centímetros de profundidad. Posteriormente el agresor fue capturado, aún con el cuchillo.

Pablo Andrés Colina Ramírez, la víctima, era reconocido como alguien alegre, amante de la fiesta, de los caballos y de las peleas de gallos. Era del corregimiento de San Bartolomé y laboraba como minero en Marmato.

¿Por qué ira?

El ente acusador indicó que se le reconoció a José Adonay la ira e intenso dolor porque, según lo averiguado, días antes el pacoreño golpeó en el tabique, con una botella, al hermano del condenado, durante una riña. "Por ese caso se adelantaba una investigación en la Fiscalía de Supía. El afectado de ese día tuvo que ser remitido a cirugías en Cali por una fractura. A eso se le suman las burlas y ofensas que Pablo Andrés les lanzó a ambos hermanos", anotó. Entre las pruebas recopiladas para demostrar la responsabilidad estaban 17 fotos de la secuencia del ataque, que quedó grabado en cámaras, además de las declaraciones de testigos y de los médicos que lo atendieron.