Lilia Restrepo Jaramillo, manizaleña con doctorado en Salud Pública y autora de libros sobre medicina y trabajo social, quien a sus 11 años escribió su primer libro dedicado a su hermana, habló con LA PATRIA Radio sobre su labor social y académica. Esto dijo:  

¿En qué momento arranca la labor social? 

Desde la infancia yo descubrí el valor de la vida y constaté que las mujeres podíamos lograr los proyectos si aprendemos a enfrentar obstáculos y dificultades. 

A los 18 años empecé a trabajar por los más pobres y en situaciones difíciles asistiendo con las religiosas de la Asunción a situaciones importantes para los más pobres, fueron muchas las historias peligrosas que debí enfrentar, pero nunca las rechacé, porque yo sabía que contaba con el apoyo de Dios. 

¿Cuántos años tiene?

Tengo 91 años muy bien vividos.

¿Qué aprendizajes le dejó la labor social y académica? 

Al ver tantas situaciones muy diferentes, después de trabajar gratuitamente en el país y en el exterior con las religiosas, comprendí que era más importante en la salud, prevenir que curar y decidí continuar mis estudios profesionales para obtener el doctorado de Salud Pública en la Universidad de Lovaina.

Usted es autora de distintos libros ¿Por qué decidió escribir?

Yo trabajé con el Ministerio de Salud unos 18 años. 

Y en la dirección de atención médica, en todo lo relacionado con las enfermedades tropicales, hice el manual de normas de tuberculosis, también de prevención cardiovascular. 

Hice varios libros en el Ministerio para divulgar la información. 

¿Y cuál ha sido la mayor satisfacción? 

En una ciudad en la que estaba había un grupo de personas antisociales y nadie quiso entrar al barrio porque les daba miedo, yo entré con una trabajadora social, vivimos con ellos durante tres años. 

Nunca jamás nos pasó nada y mi mayor satisfacción fue ver que cuando salí del país me despidieron en el periódico local con unas bellas fotos y una frase que decía, amando como ellas nos amaron, aprendimos a vivir como hermanos.

¿Qué papel jugó el amor y la compasión en su trabajo con las comunidades?

El amor y la compasión fueron importantes para apoyar e intervenir en cambios de conducta. Y eso lo experimenté en muchas ocasiones y con muy buen éxito.

¿Qué consejo otorga a las nuevas generaciones?

Les diría que confíen en sus capacidades y permanezcan sólidos en sus decisiones, pero siempre con la estrecha relación con Dios.

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