Una ventana al abismo: la ingeniería verde es el antídoto que testea Corpocaldas para frenar los derrumbes en la cárcava de El Tablazo, en las veredas Guacas de Manizales y Alto Tablazo. La finca La India está al filo de la montaña. Allí vive Orlando Idárraga Cardona, quien cuenta cómo es la vida en la cima de la falla geológica.

Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA

Una ventana al abismo: la ingeniería verde es el antídoto que testea Corpocaldas para echar por tierra los derrumbes en la cárcava de El Tablazo, en las veredas de Manizales Guacas y Alto Tablazo. La finca La India está al filo de la montaña. Allí vive Orlando Idárraga Cardona, quien cuenta cómo es la vida en la cima de la falla geológica. Así se ven las obras verdes que son los cimientos de hogares en el sitio.

LA PATRIA | MANIZALES

El futuro y el pasado se ven desde el filo de la montaña de la vereda Guacas, en la finca La India, de Manizales. Solo hay que girar la cabeza.

Desde la cima de la falla geológica se divisa, a un lado, la antigua vía que lleva a Chinchiná. A media vuelta también se contempla la concesión Autopistas del Café, que cubre la misma ruta.

Orlando Idárraga vive en ese predio con su madre, su hermano, un perro y un gato. De sus 45 años de vida, 40 años han sido en lo alto de la cárcava de El Tablazo, una erosión temida por la frecuencia de sus deslizamientos.

Con ingeniería verde esperan sostener la finca La India en la cima de El Tablazo.

Vivir cuatro décadas en este predio, a 1.876 metros sobre el nivel del mar, hace que los derrumbes se vuelvan paisaje, confirma Idárraga. Sin embargo, el abismo se convirtió en su vecino en el 2022, cuando un movimiento de tierra se llevó parte del predio contiguo y convirtió su hogar en una ventana al vacío.

"Es un problema muy bravo porque uno ve que la montaña se está yendo. Cuando se estaba mitigando ese daño en el 2022, llamamos a bomberos y a la Unidad de Gestión del Riesgo. La Alcaldía dijo que no podía hacer mucho y Gestión del Riesgo dijo que debíamos desalojar. No me han vuelto a decir nada. Me comentaron que recibiera una ayuda o un auxilio de vivienda. Lo que dan es muy poco", cuestiona.

Dice que está tranquilo porque el deslizamiento "está quieto" desde que la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas) realizó obras de ingeniería verde y él, junto con cuatro personas, cavó un hoyo en la cima de la vereda Guacas: "Hice ese movimiento de tierra hace un año y medio para quitarle el peso que iba a caer en la parte trasera de la casa. La montaña estaba muy pegada. Nos demoramos tres meses. Fue pura pica y pala".

 

Ilusión verde

La guadua es uno de los principales materiales de la estabilización en Guacas.

Germán Humberto Gallego recuerda haber jugado en la cárcava en su niñez. Él nació en la vereda Alto Tablazo hace 46 años. Como sus vecinos de Guacas, convive con derrumbes que, estima, se han llevado casas desde hace 30 años.

Como presidente de la Junta de Acción Comunal, monitorea la erosión a diario y está satisfecho con la intervención de Corpocaldas en la zona: "Exigíamos un proyecto desde hace años. La ingeniería verde nos sirve para la corona de la cárcava. El proyecto tiene un impacto bueno. Se hizo en un punto cercano a la vereda Guacas. Se está reforestando".

En la curva de Guacas, el otro punto con obras, la zozobra llega en forma de lluvias. A la falla geológica no le conmueven los años que ha compartido con sus habitantes. "Los deslizamientos se comieron la carretera y un lote. Habitantes del Alto Tablazo y Guacas construyeron la carretera actual, pero si esto no se mitiga, en un invierno podríamos quedar incomunicados", narra.

Desalojar no es una opción para él ni los habitantes de la zona. Critica que los alcaldes de Manizales solo les han ofrecido tres meses de arriendo para compensar el abandono de las casas que han habitado por décadas. "A la gente le toca volver a la zona en riesgo. Hay propietarios desalojados en el 2007, el 2010 y el 2011 que siguen en lista de espera para recibir casa. Pagan arriendo en hogares humildes", denuncia.

 

Plan piloto, en caliente

Debido a derrumbes en la cárcava El Tablazo, las veredas Guacas y Alto Tablazo son vecinas del abismo.

Libaniel Casas Ospina es el gerente de Verde Ingeniería, empresa que ejecutó un plan piloto para frenar derrumbes en dos parcelas de la cárcava. Dicha firma lleva 12 años en el mercado y ha trabajado en 8 departamentos.

Para contener la falla geológica, Casas utilizó la finca de Orlando Idárraga como punto de contención para mantener en pie la vereda Guacas: "Fue un ejercicio en caliente para que el damnificado deje de serlo". Su empresa había solucionado un problema similar en la vereda El Aventino (Manizales) y fue la elegida por Corpocaldas para probar la ingeniería verde, que no deja huella, como solución a los derrumbes en El Tablazo.

Según él, la demora para contratar soluciones en el sector se debía a que ingenieros de otras entidades "pedían $492 mil millones para arreglar el problema, lo que equivale a la mitad del presupuesto de una ciudad como Manizales". La selectividad, asegura, también se debió a que el Gobierno nacional intentó poner pantallas de contención que no cumplieron su objetivo.

 

Antes

Foto | Archivo | LA PATRIA

Así se veía la falla geológica de El Tablazo antes de las obras verdes.

 

Durante

Foto | Cortesía | LA PATRIA

Plano contrapicado de las obras verdes para estabilizar la ladera en la cárcava de El Tablazo.

 

Después

Fotos | Cortesía y Freddy Arango | LA PATRIA

Vista aérea de las obras verdes en El Tablazo.

 

"No elimina el riesgo"

Foto | Cortesía | LA PATRIA

Un deslizamiento se comió parte de la vía entre las veredas Guacas y Alto Tablazo, en Manizales.

El plan piloto de Corpocaldas tuvo tres claves en la ladera:

  1. Construcciones: filtros vivos, muros y entibados dobles en guadua; disipadores de energía; barreras vivas de vetiver; revegetalización, y biorremediación.
  2. Agroforestería: plantación de 4 mil árboles en terrenos con caficultura y ganadería, para cuidar el agua, el suelo y la vegetación y reducir riesgos.
  3. Clínicas de campo: se le enseñó a la comunidad cómo ejecutar ingeniería verde, cómo hacer un correcto manejo de las aguas y se socializaron los impactos.

Javier Torres, subdirector de Infraestructura Ambiental, trabajó en esos tres pilares con la Subdirección de Biodiversidad de Corpocaldas. Advirtió que "estas obras no son una solución definitiva y no necesariamente eliminan el riesgo del sector". No obstante, celebró que las pruebas piloto han sido eficaces y se podrían replicar en toda la falla de El Tablazo.

LA PATRIA llamó tres veces y le escribió dos veces al director de la Unidad de Gestión del Riesgo de Manizales, Diego Rivera, para conocer qué plan tiene la Alcaldía en la zona. No se recibió respuesta al momento de publicar esta nota.

 

Inversión para mitigar riesgos

$671 millones 561 mil 793, sin incluir el IVA, es el monto de las obras financiadas por Corpocaldas y ejecutadas por Verde Ingeniería en la cárcava de El Tablazo. El contrato se inició el 12 de enero del 2024 y se terminó el 11 de diciembre pasado.

 

Antecedentes de la cárcava de El Tablazo

  • En julio del 2024, el restaurante Los Arrieros del Bajo Tablazo fue afectado por la falla geológica. Tuvo que mudarse al kilómetro 5 de Autopistas del Café.
  • En abril del 2018, el profesor Fernando de Jesús Sánchez Zapata, de la Universidad de Caldas, falleció tras caer a la cárcava de El Tablazo, durante un recorrido con sus estudiantes.
  • En el 2006 y el 2007, Corpocaldas invirtió $4 mil millones para mitigar el riesgo en la zona. En el 2013 anunció $120 millones para estabilizar el terreno.
  • $1.000 millones del programa Colombia Humanitaria se invirtieron para aliviar los daños de las lluvias del 2010 y el 2011.

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