El representante del Ejército Nacional de Liberación (Eln), alias Pablo Beltrán (izquierda), habla con el delegado por el Gobierno de Colombia, Otty Patiño Hormaza, durante una declaración conjunta realizada este sábado, en Caracas (Venezuela).

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El representante del Ejército Nacional de Liberación (Eln), alias Pablo Beltrán (izquierda), habla con el delegado por el Gobierno de Colombia, Otty Patiño Hormaza, durante una declaración conjunta realizada este sábado, en Caracas (Venezuela).

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EFE | LA PATRIA | Caracas

Las delegaciones de paz del Gobierno de Colombia y de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln) manifestaron este sábado, en Caracas, su confianza y tranquilidad de cara al segundo ciclo del diálogo que comenzará el 13 de febrero, en México, y tras dar por superada la reciente crisis por diferencias sobre el uso o no de la violencia durante las negociaciones. 

Las partes emitieron un comunicado conjunto que fue leído al término de una reunión extraordinaria -que se extendió durante cinco días-, en la que calmaron los ánimos luego de que la guerrilla desmintiera un cese bilateral al fuego decretado por el presidente colombiano, Gustavo Petro. 

"Queda ya superada esta situación de incomprensión", dijo el jefe negociador del Ejecutivo, Otty Patiño, tras asegurar que el encuentro en la capital venezolana sirvió para restablecer la confianza y fortalecer la mesa de diálogo.  

La crisis, explicó, ocurrió en "tiempos en que no está la mesa activa", por lo que "se pueden generar incomprensiones", pero las delegaciones ya están listas para "discutir los temas que se vienen en el segundo ciclo" y que incluyen la participación de la sociedad en la construcción de la paz.  

Esa etapa la "vamos a transitar más tranquilos, más confiados", aseguró. 

Sin anuncios de cese

La declaración conjunta adelanta que en febrero comenzarán a discutir la posibilidad de un cese al fuego, un asunto, según Patiño, que quedó "sobre el tapete" y "como un tema de primer orden", si bien no será el único y necesitará del establecimiento de protocolos. 

"Es mil veces preferible avanzar en una negociación -en la que se ha llegado a un desescalamiento del conflicto- en medio del cese al fuego, eso es algo que compartimos ambas delegaciones", señaló. 

Al respecto, el jefe de la delegación del Eln en el diálogo, Israel Ramírez, alias Pablo Beltrán, indicó que para que funcione un cese al fuego "hay que acordar reglas del juego", algo en lo que prevén trabajar en las próximas reuniones. 

"Eso va a demandar un tiempo. Como se va a trabajar varias semanas en México, (esperamos) lograr avanzar en ese acuerdo", sostuvo. 

A su juicio, las normas deberán cubrir tanto las actuaciones de las Fuerzas Armadas como las del Eln, una guerrilla, dijo, que "no es binacional" y que es respetuosa de las fronteras con Venezuela y de las autoridades de ese país, sin dejar de reconocer que tienen presencia en zonas cercanas a los límites territoriales de Colombia. 

Sobre la propuesta multilateral de cese al fuego planteada por el Ejecutivo, Beltrán recordó que el Eln apuesta por "la paz con justicia social", por lo que sus reclamos incluyen asuntos que no han sido discutidos ni acordados con el Gobierno, pero que, auguró, "van a gobernar la mesa" en las próximas reuniones en búsqueda de acuerdos. 

Garantías y observación

Las delegaciones destacaron el papel de los países garantes en la resolución de esta crisis y esperan seguir contando con su acompañamiento en el establecimiento de los protocolos a que haya lugar, así como en el ajuste de la agenda del diálogo, una tarea pendiente para febrero. 

Ese segundo ciclo, adelantaron las delegaciones, arrancará con una evaluación total de lo alcanzado y aprendido hasta ahora. 

Mientras tanto, el restablecimiento de la confianza en la mesa ha sido celebrado por los países garantes (Venezuela, Cuba, Chile, Noruega y México), así como por los acompañantes permanentes, la Conferencia Episcopal de Colombia y la Organización de las Naciones Unidas (ONU). 

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, celebró la "voluntad política" mostrada por las partes, así como "el alto nivel de apertura, sinceridad y transparencia con miras a superar las diferencias". 

Además, la ONU consideró que esta última reunión sirvió para fortalecer el proceso de diálogo y avanzar en la construcción de la paz.