A Mariandrea Cruz Sánchez le toma 10 minutos juntar las 100 fichas de un rompecabezas que heredó de su abuelo materno Hernán Sánchez, hace casi 30 años. Fue el primero que adquirió y el que la motivó a convertirse en una aficionada y experta en el tema.

Ella es ingeniera química, natural de Buga (Valle del Cauca), al igual que su familia. Recuerda que todo empezó gracias a don Hernán (q. e. p. d.). Se convirtió en tradición de las tardes reunirse con un café en torno a la mesa de atrás de la típica casa bugueña grande y acogedora.

En la foto, junto a su familia. En la mitad, don Hernán, a quien conocían como Yeyito, carga a Mariandrea.

Pero de la afición pasó a lo competitivo, cuando por casualidad descubrió las competencias, tras ver videos en YouTube. Su primera competencia fue en Villa de Leyva el año pasado, en donde demostró sus capacidades llevándose el segundo lugar.

En julio en su primer campeonato nacional se coronó campeona en tres categorías. Luego decidió acudir al mundial de septiembre pasado en Valladolid (España).

Este torneo no requiere de clasificación previa, pero debido al crecimiento que ha tenido (compitieron 3 mil personas en el país europeo), la Federación ha considerado cambiar el modo de clasificación. En Colombia, la asociación avalada se llama Rompecabezas Colombia.

Mariandrea guarda entre sus preciados tesoros este rompecabezas que heredó de su abuelo, de la marca caleña Playmaster que ya desapareció. Es capaz de armarlo al revés.

Hasta la ciudad española llegaron participantes de 73 países. Del país viajaron Mariandrea y la cartagenera Ruth Martínez. Otros cuatro colombianos residentes en Europa completaron la cuota.

Durante una semana compitieron en individual, parejas y equipos de cuatro. En la primera competencia participaron casi 1.200 personas, Mariandrea llegó hasta la semifinal. Consistía en armar un rompecabezas misterioso de 500 piezas en hora y media. Solo al abrir la bolsa se sabría qué figura era.

Los rompecabezas utilizados en competencia son de la marca alemana Ravensburger. En el torneo se utilizaron imágenes inéditas y cuyo catálogo se publica en el 2025. Esto hace honor a la justicia en el juego, pues nadie conoce con antelación los diseños.

En parejas hizo equipo con la mexicana Andrea Santillana y eligieron la bandera de Colombia. Fueron 720 parejas participantes, con la misma cantidad de fichas, pero con 15 minutos menos para completar la tarea. Llegaron a semifinales, en el puesto 98.

Por equipos ya debían armar dos rompecabezas de 1.000 unidades con un límite de 3 horas. Solo se disputaba una primera ronda y la final, hasta donde llegaron y ocuparon la casilla 82 entre 300. A ella y a Andrea las acompañaron Ruth y la rumana Bianca Patrut.

Rafael Bayona, su esposo, también es el cómplice. Asiste a los torneos, en los que cumple labores de logística y hasta de juez en los espacios que no participe Mariandrea.

Lo que arman

Los participantes deben armar desde fotografías de paisajes, hasta ilustraciones o diseños modernos con diferentes texturas o collage de imágenes.

El bicho raro

Mariandrea asegura que mientras empezaba a acumular rompecabezas se sintió como un bicho raro, pero se dio cuenta de que en Colombia hay una comunidad creciente, cada vez hay más eventos y en febrero próximo se realizará un torneo para colombianos y con invitación para extranjeros.

Para @larompecabezas como se hace conocer en Instagram, sus referencias son Kristin Thuv, noruega y campeona mundial actual; Karen Kavett, estadounidense y youtuber; el español Alejandro Clemente, excampeón mundial; y su entrenadora Emilia Liberman, de Finlandia.

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