Julio 14

Señor director:

... el día se saldó con el triunfo de Alcaraz, con el de España, y el de Argentina... derrota no: derrota la de los colombianos falsificando boletas, destrozando, trepándose por los muros, arrasando ebrios todo al paso... “es que estoy en otro país, pero sigo siendo colombiano” respondió uno de ellos que se escondía -delincuente al fin- en una camiseta argentina, pero lo traicionaba el hablado.

El subdesarrollo mental que hablamos, el alma petrista que habla de construir “patria” a partir de la guacherna, la primera línea, la pobreza económica y mental, el apoyo a los bandidos. Hoy es “día cívico”, la ciudad está callada y solitaria, para mamar gallo también somos buenos. 

Se agradece el triunfo del otro: si el equipo hubiese ganado se recogerían en todas partes decenas de muertos y habría gran cantidad de destrozos. La justificación usual es que se trata de “algunos desadaptados”. No, no aplica, es lo contrario; se trata de una total adaptación a la mentalidad local, sembrada y aupada desde lo más alto de la llamada pirámide social. 

Luis Fernando Gutiérrez Cardona

Autopista metálica

Señor director:

La controversia surgida hace muchos años por el conocido como terraplén del café podría desaparecer si miramos otras alternativas. Qué tal si cambiamos el modelo de Robledo por un aeropuerto que utilice como pistas unas vías fabricadas en acero, a manera de puentes sin barandas. La idea no es nueva, pues ya existe en otros lugares del mundo con un éxito inigualable. 

Un puente tipo autopista permitiría el aterrizaje y el decolaje de cualquier tipo de avión , grande o pequeño. Olvidémonos, pues, de mover más tierra y de darle millonadas a los ladrones disfrazados de expertos e ingenieros. Repito: montemos en Palestina una autopista metálica de los metros que queramos y ¡listo...! 

Bernardo Molina M.

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Voz del lector 19 de julio del 2024.