Paz total y futuras paces
Señor director: 

El ciclo de la paz en Colombia no se ha cerrado ni se cerrará nunca. Según todos los grupos revolucionarios, guerrilleros y subversivos que han existido y que existirán, la paz solo llegará cuando las condiciones de justicia, igualdad, solidaridad y desarrollo social lleguen a todo el pueblo colombiano y no exista pobreza por culpa de la clase dirigente de todos los partidos que la han gobernado. 
El artículo 22 de nuestra Constitución Política dice: “La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”. Desde Turbay Ayala, quien creó la primera comisión de paz encargando para ello al expresidente Carlos Lleras Restrepo, todos los presidentes han seguido en esa misma línea, unos con más éxito que otros. 
Cada vez que las organizaciones guerrilleras aceptan la dejación de armas y aceptan reintegrarse a la vida civil, habrá otra u otras, que la acusarán de traición revolucionaria y entreguistas. ¿Qué pasa en el Catatumbo? El Eln matando como a conejos, cazando a reinsertados y además enfrentando y acabando a mansalva a una de las disidencias de las Farc, que como ellos está en conversaciones de paz con el Gobierno, pero que le compite en los negocios ilegales.
En Venezuela, el Eln y la Segunda Marquetalia son privilegiados. Las disidencias de las Farc, que no cuentan con ese mismo beneplácito, aunque conscientes de ello, también son proclives por su ascendencia en otra época revolucionaria, con el Gobierno dictadura de Maduro y diplomáticamente callan esa realidad que los desfavorece. Por eso gran número de sus militantes se han entregado a las Fuerzas Militares de Colombia, aún con armamento para no ser masacrados. Que ironía de la vida.
La famosa “paz total” ha sido víctima de su propio invento. Cualquiera que sea el próximo gobierno deberá atender el clamor de la paz, a sabiendas de repetir el eterno círculo vicioso: Paz total y futuras paces, eterno retorno de curules, dinero, amnistías e indultos.
Jorge Enrique Cubillos Caicedo, magíster en Estudios Políticos, precandidato presidencial por el Partido Liberal.


Cisma en la política del país
Señor director: 

No es ninguna novedad que un presidente pida renuncia protocolaria a su gabinete ministerial y a directores de departamentos administrativos. Lo novedoso fue el reality por televisión del consejo de ministros, con una duración de seis horas el martes 4 de febrero. La razones, según el presidente, Gustavo Petro, fueron agendas paralelas, intereses personales y falta de ejecución. Las piedras en los zapatos fueron Armando Benedetti, quien regresó como Jefe del despacho presidencial; y la canciller Laura Sarabia.
Cisma en la política colombiana. Hasta ahora renuncias irrevocables son de las carteras de: Cultura, Interior, Ambiente, Trabajo. También el Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre). Ya nos enteramos de las renuncias protocolarias. Los inamovibles se quedarán. Son los protegidos y consentidos del presidente. “donde manda capitán no manda marinero”.
Helena Manrique Romero

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