El pasado 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Es muy triste que en el mundo en el que vivimos, pleno siglo XXI, se necesite un día para recordarles a los hombres que deben frenar sus impulsos violentos y no confundir a las mujeres y niñas que los rodean con sacos de boxeo ni objetos sexuales, de los cuales se pueda hacer uso. Las relaciones sexuales deben ser consensuadas y deben ir de la mano del amor por quien se comparte este acto tan trascendental, porque no somos animales, somos seres humanos.
Pero las estadísticas nos recuerdan que vivimos en un mundo muy violento, cada 10 minutos muere una mujer en algún lugar del planeta, víctima de feminicidio, en Latinoamérica las muertes violentas en mujeres cobran más vidas que el cáncer, en nuestro país van 660 mujeres asesinadas, el año pasado para esta fecha eran 517, lo que indica que los casos han aumentado significativamente. Los exámenes médico-legales por violencia sexual ya van por los 30.000 en el 2024, de esta cifra el 75% de los casos son de niñas y adolescentes y el 9% son adultas. El lugar en el que suceden estos ataques es la casa familiar, así que muchas niñas y mujeres colombianas no tienen un lugar seguro, pues es en el hogar en donde se les vulneran sus derechos, a veces hasta causarles la muerte.
El diario El Tiempo en colaboración con la Defensoría del Pueblo realizaron un foro muy interesante, dirigido por la periodista Jineth Bedoya, quien ha sido una abanderada de la lucha contra la violencia de género. Desde su fundación, No es hora de callar, promueve que las mujeres víctimas de violencia sexual denuncien a su agresor. Otra de las invitadas fue la defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, primera mujer que asume ese cargo desde que fue creada esta institución, hace más de treinta años. Ella está impulsando una campaña para denunciar el acoso sexual en los ámbitos de poder, que es más común de lo que se cree, para ello se habilitó una línea de comunicación, a través del correo electrónico sinacoso@defensoría.gov.co en el cual la mujer que sienta que está siendo acosada sexualmente por una persona que ostente poder, puede escribir contando su caso y la Defensoría la contactará y le brindará el apoyo para sacar adelante su denuncia.
Las otras dos participantes en el foro también fueron víctimas de violencia en su contra, una por parte de su padre y la otra por parte de su esposo. Su testimonio es muy valioso y resalta la vulnerabilidad y la falta de apoyo de las autoridades, que a veces no les creen a las víctimas y hasta las desestimulan para que no hagan la denuncia. Nos falta avanzar mucho en este país para que haya una justicia más amable y humana, que entienda el dolor de una mujer que se atreve a denunciar a su agresor o el de una madre que puede estar denunciando a su propia pareja, porque está abusando de su hija o hijo.
También hicieron un llamado para que en el país se dé la importancia que merece la educación emocional, pues los niños del futuro no tendrían por qué ser violentos, tampoco tendrían que ser educados por madres y padres que promueven la cultura machista, que ve la mujer como un ser inferior, una sirvienta o un objeto sexual que se puede usar al antojo, porque: “el machismo mata”.