Manizales será sede, con Armenia, del Suramericano Masculino Prejuvenil de Fútbol, del 27 de marzo al 17 de abril de este año. Lo confirmó Álvaro González Alzate.
Por los lados del Once Caldas.

El mercado de fichajes en el fútbol es atractivo, cuando se mueve entre figuras. Cuando se sondean y contratan futbolistas con renombre. El aficionado pasa las horas expectante, a la espera de una nueva confirmación que agite el ambiente y, como se afirma en las tertulias de café, que mueva el torniquete.

En la mayoría de los casos, los contratados son "un tiro al aire". Un golpe de suerte. Sobre todo en el medio nuestro, en el que circulan futbolistas de un lado al otro, sin la garantía total de un óptimo rendimiento.

A la espera de saber si tienen talento o músculo. Si lideran sus vidas con juego y comportamiento. Si son un aporte diferente. Si saben jugar con la presión de la alta competencia y son adaptables a las condiciones cambiantes de un partido, de un torneo o de un vestuario.
Si saben vivir al límite cuando aparecen los incendios.
Si son soluciones técnicas, tácticas o físicas. Si tienen buena relación con el balón, o son maratonistas infatigables que dejan la vida en la cancha, con escasa habilidad.

El Once ha movido el mercado sin figuras, con futbolistas a costo cero en el traspaso, como lo hacen los demás clubes en Colombia, que generan duda y esperanza. Que en algunos casos ilusionan y luego decepcionan, mientras en firme rueda la pelota.

Ha rastreado jugadores sin relevancia, como ha sido costumbre durante años. De poco reconocimiento. Lo hace por convicción, por prudencia en la inversión o por carencia de recursos... pero lo hace.

No se ha dejado seducir por futbolistas deslumbrantes en el mercado, intermitentes, con fama y nombre, de alto costo, culones, trotones, con las rodillas averiadas o serias lesiones, cuestionados por su disciplina, cascarrabias inmanejables o intocables que pasan el tiempo en las enfermerías.

Dayro Moreno es único. Rumbea y corre. Perrea y hace goles. Comparte su rol de protagonista con Mateo García, convertido en el nuevo ídolo del pueblo por la pasión futbolística que demuestra en sus actuaciones.

La mayor relevancia en los fichajes la tiene Víctor Hugo Dorrego, "un 10" uruguayo, de ida y vuelta, buenos pases, influyente en el juego de ataque, con sacrificio en la recuperación del balón. Diferente a los "10" que provienen de Argentina: técnicos, influyentes, sin sacrificio.
Recomendado por Dayro, al igual que Gilbert Álvarez, un boliviano, como cuatro más que pasaron por las filas blancas en el pasado, con suceso dos de ellos.

Víctor Agustín Ugarte, un delantero; Wilfredo Camacho, un volante con "patada de mula"; Reynoso, nacido en Colombia, sin goles en el Once y un portero sin renombre de apellido Cobo.

Despiertan expectativas Rodas, Malagón, Juan Carlos Díaz, Mateo Zuleta y Joan Parra el portero. No parece medir 1-84, se ve de 1-80. Especialmente Felipe Castaño, el zaguero de la casa, decidido a relevar a Cardona, de irregular rendimiento.
P.D.: Jesús Martínez, el presidente del León, que le arrebató a James Rodríguez al Junior, es el hijo y heredero del propietario y presidente del Pachuca, con el mismo nombre, quien alguna vez, hace años, pretendió comprar las acciones del Once Caldas. Ha sido socio de Carlos Slim, el mexicano dueño de Claro, considerado uno de los hombres más ricos del mundo. Como soñar no cuesta nada, pudo entonces algún día, James Rodríguez jugar en el Once Caldas.