1. No jugó el partido. Lo peleó. Fue intenso en emociones, impredecible, nervioso, con explosión final justificada, en jugada elaborada.

2. No era cuestión de tácticas, de técnica o de arrasar con fútbol. "No se rompieron el coco" los técnicos para ganarlo. Fueron el corazón, la mente, el espíritu, en un lance físico, de mediocre calificación, con triunfo fabuloso.

3. El epílogo con victoria apaciguó las críticas ante la falta de ambiciones reflejadas en la inutilidad del ataque, la imprecisión en el juego combinado, la desatención en las marcas, (nueve veces fue rebasado en el sector de Patiño), la falta de justeza en los balones largos y la improductividad de algunos futbolistas como los extremos, Barrios y Palacios.

4. Ambos equipos honraron la tradicional rivalidad en los clásicos, pero el Once encontró el gol en una jugada aislada para el triunfo que no fue "de chimba" por las reconocidas habilidades de Mateo en la media distancia.

5. Mateo le tomó la medida al partido. Su disparo fue fulminante, colocado, pensado y definitivo.

6. Volaron los dos mediocampistas retrasados, García y Mejía, como piloto y copiloto. Dos "ochos" que flotaron, corrieron y enamoraron.

7. Sin serios tormentos, con un arquero enchufado, James Aguirre, quien archivó sus guantes de pelea, para hacer uso de sus manos prodigiosas, aunque poco exigido.

8. No perdió el Once la compostura pese a la ardentía del partido, con un árbitro, agresivo y tarjetero (11 mostró) y un penalti abortado, por un fuera de lugar que sancionó el VAR con escrupulosa milimetría. Posición adelantada comprobada antes del penalti.

9. No se dejó arrasar por la propuesta física del Pereira, provocadora, dispuesto de principio a fin al antifútbol, a pesar de contar con buenos jugadores. Terminó desquiciado y perdedor, revueltos sus nervios, deseoso de empañar el triunfo del Once prefabricando conflictos.
10. En la apoteosis del caos, con Lucas Ríos y su reemplazo Alejandro García, intrascendentes ambos, refrescantes fueron los restantes relevos, para fortalecer el objetivo.

11. El triunfo reforzó el vínculo afectivo, para llenar el estadio ante Millonarios, por el liderato con solvencia. Un premio a los aficionados que, desafiando paros y resquemores apasionados, fueron hasta el estadio de Pereira.

- Las del cierre

Sergio Palacios transferido. El pago cerca de los tres millones de dólares, a cinco años. El Once Caldas rastrea el mercado de jugadores libres para fichar su reemplazo.

La muerte de Juan izquierdo, el futbolista uruguayo, recuerda el episodio del jugador paraguayo, Jorge Aguilar, del Santaní, cuando en Manizales jugaba Copa Suramericana.

Se desplomó después de un choque con su compañero Alonso, perdió el sentido durante un minuto, dejó de respirar, pero las maniobras urgentes y especializadas del médico Gustavo Vinasco lo reanimaron. Él y el Once que representaba,le salvaron la vida. Héroe Vinasco, condecorado aquella vez por la Conmebol.