Fanny Bernal Orozco * liberia53@hotmail.com
Si hay quienes den ejemplo de fortaleza, persistencia y tesón en este país, son las Mujeres Buscadoras, quienes durante décadas han reclamado y buscado a sus seres queridos desaparecidos, consecuencia de la violencia incesante que se vive en muchas regiones de Colombia, sin que hasta la fecha y a pesar de tanta palabrería de los gobernantes, esta haya rebajado.
Las Mujeres Buscadoras nunca se han cansado, han sido constantes en denunciar en medios de comunicación y a todas las autoridades gubernamentales, la desaparición de sus familiares y la exigencia de su derecho a conocer la verdad y a que se haga justicia.
El año anterior (2024) fue expedida La Ley 2363, fruto de muchas décadas de denunciar y exigir que fueran respetados sus derechos a saber la verdad y a encontrar, por fin, justicia, para de algún modo, rebajar su sufrimiento y poder tramitar sus duelos.
La ley define a las Mujeres Buscadoras como: "Sujetos de especial protección institucional". No obstante, ellas siguen siendo hostigadas, perseguidas, asesinadas, humilladas y algunas, han tenido que desplazarse varias veces para proteger sus vidas y la de las familias que les quedan.
- “La noche que llegaron allá a la finca, se llevaron a mi esposo y a mi hijo mayor, yo sabía que no iba a tener de nuevo, noticias de ellos, pero aquí dentro de mi corazón siempre he guardado la esperanza de volverlos a ver. He estado muy enferma, nos hemos tenido que esconder varias veces, desde que llegué aquí y con este trabajo. Ya fui al médico y le dije que hacía años que no podía dormir bien y él dijo que era la edad, yo creo que él se equivocó, no puedo conciliar el sueño es por el miedo que mantengo”.
Las Mujeres Buscadoras viven en un duelo perenne, sus emociones danzan entre el dolor, la rabia, la culpa, el miedo. Su incertidumbre es constante, además de los síntomas físicos, entre los cuales figuran la pérdida de sueño, ansiedad, estrés, taquicardia, cefaleas, entre otros. Hay en ellas una idea fija y permanente que repiten de manera constante:
- "…que están vivas por la necesidad de encontrar a sus seres queridos desaparecidos".
Y, como si ese sufrimiento no fuera bastante, hay indiferencia de la sociedad, de las autoridades, de algunos medios de comunicación, ante el dolor de las madres, abuelas, hermanas, tías, hijas, cuñadas, que recorren el país en búsqueda de respuestas a su sufrimiento y, así, poder dar comienzo a su duelo.
Denomina Pauline Boss, en su libro ‘La pérdida ambigua’, aquella desgracia en la cual, la vida de una familia se detiene por la desaparición de un ser querido, sin noticias, con preguntas, sin respuestas, con zozobra y sin sosiego.
Así viven las Madres Buscadoras, todo un ejemplo de valor y mucho que aprender de ellas, de su coraje, resistencia y resiliencia.
https://www.amnesty.org/es/what-we-do/disappearances/.
* Psicóloga - Docente titular de la Universidad de Manizales.
www.fannybernalorozco.com
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