Cada año los accidentes de tránsito en Manizales dejan un trágico número de vidas perdidas. Estas cifras de mortalidad revelan comportamientos y preguntas que requieren un análisis profundo y acción permanente. Al observar el período de 2015 a 2023 surgen interrogantes sobre las circunstancias de los accidentes y las condiciones de las víctimas, que deberían orientar las decisiones en seguridad vial en la ciudad.
Un primer aspecto relevante es la consistencia en ciertos factores de riesgo. El exceso de velocidad, por ejemplo, aparece repetidamente como una causa significativa de mortalidad. ¿Qué está fallando en las estrategias para controlar la velocidad? A pesar de las acciones de vigilancia y señalización, parece que aún no se ha logrado un cambio de comportamiento significativo entre los conductores. Tal vez, ¿la solución será que se requiere más que solo campañas educativas?, ¿sería más efectivo implementar tecnologías, como cámaras de velocidad o endurecer las sanciones?
Otro factor preocupante es el número considerable de accidentes de tránsito sin información clara sobre las circunstancias. Desde hace varios años los datos carecen de especificidad, lo que sugiere posibles fallas en la recopilación de información o en los sistemas de reporte. ¿Qué implica esta falta de datos precisos? Sin un conocimiento claro de las causas, se dificulta diseñar estrategias específicas para prevenir nuevos accidentes. La embriaguez también figura en los datos, aunque en menor medida que el exceso de velocidad. Sin embargo, su impacto no puede subestimarse, ya que cada caso de muerte por alcohol en la conducción podría haberse prevenido.
En cuanto a la condición de las víctimas, el hecho de que los conductores representen una gran proporción de las muertes podría reflejar problemas en la infraestructura vial o en la capacitación de quienes están al volante. Sin embargo, también hay un número preocupante de peatones entre las víctimas. Esto plantea interrogantes sobre la seguridad de las zonas peatonales, la visibilidad en los cruces y el comportamiento de los peatones. ¿Existen suficientes pasos peatonales seguros y visibles en Manizales? ¿Se respeta el derecho de paso de los peatones?
La tendencia de los accidentes y su impacto diferenciado por género también es digna de análisis. Los hombres constituyen la mayoría de las víctimas, lo que podría estar asociado con patrones de conducción más agresivos o riesgosos. Esto sugiere la necesidad de campañas de concienciación más específicas, dirigidas a modificar conductas en sectores donde los datos muestran un mayor riesgo.
Los datos de mortalidad en accidentes de tránsito nos muestran no solo cifras, sino síntomas de un problema más amplio en seguridad vial que requiere atención inmediata. Es necesario trabajar en conjunto para diseñar políticas basadas en estos hallazgos y para realizar intervenciones efectivas que aborden cada uno de los factores identificados: desde el control de velocidad y la prevención de la embriaguez hasta la mejora de la infraestructura peatonal y la recolección de datos detallada. La seguridad vial no debe ser un tema de estadísticas, sino de acciones concretas que prioricen la vida. ¿Estaremos dispuestos como sociedad a exigir y adoptar los cambios necesarios?