La cuenca del Río Magdalena, donde habita más del 70% de la población del país y se genera el 85% del PIB nacional, es la principal determinante de la economía y la cultura de Colombia; de ahí la importancia no sólo de promover el desarrollo del transporte intermodal sino también de un corredor logístico buscando la conexión del país mediterráneo al transporte marítimo, especialmente en carga de hidrocarburos, carbón, contenedores y productos del agro, mediante la consolidación de un sistema de navegación moderno ya que, respecto a la tractomula, la hidrovía puede reducir los fletes a la mitad.
No obstante, dada la problemática por inundaciones y demás amenazas exacerbadas por el cambio climático, si bien urge mejorar el sistema de control de inundaciones para mitigar los impactos negativos sobre el desarrollo económico y social de la cuenca, también se deberá abordar la deforestación generalizada y la desconexión de humedales, para avanzar en la regulación hídrica y prevenir la erosión, el blanqueamiento de corales y la pérdida de ecosistemas ictiológicos; esto ya que, si casi el 80% de la gran cuenca presenta erosión crítica, también la pesca ha caído al 30% en los últimos 50 años.
A lo anterior, habrá que añadir metas ambientales como la de incrementar a más del 90% la tasa de tratamiento de aguas residuales municipales y establecer un sistema de vigilancia integral para el monitoreo de la calidad del agua, la ecología hídrica y la erosión del suelo, sin lo cual se hace inviable el aprovechamiento múltiple y sistémico de los recursos hídricos, lo que deberá incluir además de la navegación, el riego y la pesca, la generación de energía hidroeléctrica, la recreación, el aprovechamiento de la zona ribereña y la regulación del canal del río.
Si la navegación promueve la explotación de recursos mineros y agroindustriales y el desarrollo de la industria del turismo, urge además de la construcción, mejoramiento y equipamiento de 6 puertos clase I y II incluyendo, Barranquilla, Cartagena, Gamarra, Puerto Galán, Puerto Berrío y Puerto Salgar, extender la hidrovía al Tolima Grande con dos importantes objetivos:
1- La incorporación de las 350 mil Ha del fértil valle del Alto Magdalena.
2- La recuperación de la actividad portuaria en Honda, Ambalema, Girardot y Neiva; dos grandes beneficios que suponen remontar el Salto de Honda como asunto por demás viable, ya que los vapores lo hicieron desde finales del siglo XIX.
En el caso del Magdalena Centro como articulador de corredores logísticos y de la red generadora de carga de la Región Andina, con la hidrovía operando se crean opciones para implementar puertos secos como terminales dotados de plataformas logísticas con grandes impactos según las recomendaciones que hace el BID en su estudio “Destrabando las arterias: el impacto de los costos del transporte en el comercio de América Latina y el Caribe” (2008), donde concluye que cada reducción porcentual en los costos del transporte elevaría varias veces dicha proporción en el nivel de exportaciones.
