Las religiones tienen todo lo positivo y lo negativo del humano porque humanas son.

Claro que los que las manejan, saben presentarlas como divinas para que la gente lo crea.

Así, todo lo que se mande o se prohíba, es visto como voluntad de Dios o palabra de Dios.

Por esa misma razón, es común que en las religiones no se tenga un buen concepto de la sexualidad.

En el libro del Levítico, capítulo 15, se dedica un buen espacio a “las impurezas sexuales”.

Por esa misma razón se muestra a Jesús como célibe, y a María Magdalena como prostituta. 

Un sacerdote debería tener pareja como los rabinos o los pastores, pero no, eso está vetado.

La sexualidad es un maravilloso regalo divino, pero no lo ven así ciertos credos.

Hay excepciones. Busca en internet Khajuraho, India. Goza con lo que veas en los templos y no te escandalices. 

@gonzalogallog