En 1662 murió Blas Pascal un niño prodigio que brilló como filósofo, matemático y místico.

Fue un profundo creyente, y esta anécdota refleja bien su desapego y su gran humildad:

El escritor francés, cuando hablaba de sus libros, siempre usaba esta expresión: “nuestro libro tal”. 

Cierto día un amigo le preguntó: ¿por qué usas la palabra “nuestro” en lugar de decir “mi libro”. 

- “El que escribe una obra - dijo Pascal- aprovecha lo que ha aprendido y leído de otros autores.

Quien cree que la obra es solo suya se equivoca. Nada es de uno y es mejor decir” “Nuestro libro”.

Una estupenda lección de sencillez que nos llama a no estar apegados a nada porque “nada es de uno”.

Desapego y humildad son dos buenos aliados para sentirte libre y disfrutar de paz interior.

@gonzalogallog