Los credos le harían un gran bien a la humanidad desterrando la culpa de sus prédicas.
Es bueno reconocer los errores, pero es dañino vivir flagelándote anclado en un ayer doloroso y amargo.
El sentimiento de culpa bloquea a muchos y les impide disfrutar el ahora en paz.
Sin embargo, muchos predicadores viven alimentando una culpabilidad que a ellos mismos los asedia.
Amarte es desterrar la culpa, sanar las heridas emocionales con el perdón y vivir en paz con el ayer.
Es triste que los credos se sirvan del miedo, el pecado y la culpa para manipular a las personas.
Uno debe ser bueno por convicción y por amor, no por temor a un infierno inexistente.
Acá recoges lo que siembras, pero Dios es amor total, y la idea de un castigo eterno es nefasta.
@gonzalogallog