Bien decía Jorge Eduardo Rojas que la Línea 3 del cable aéreo no estaría terminada a finales del 2024 como lo había anunciado la Administración anterior, ello, en contravía de lo programado en el estudio de factibilidad ratificado por el contratista e Ideas Más, quienes consideraban que la obra estaría finalizada para marzo de este año, si se hubiera permitido que la licitación se abriera con un plazo basado en el cronograma técnico.
Al paso que van las cosas, esta fecha tampoco será posible dado, a mi juicio, por la decisión de la juez que traspasó la responsabilidad de su gerencia a la Administración Municipal argumentando, entre otras cosas, que Ideas Más, la entidad creada para el desarrollo de este y otros proyectos, no tenía la experiencia suficiente para materializar el proyecto, desconociendo que los integrantes de esta nueva entidad habían realizado las líneas 1 y 2 del Cable Aéreo, el de Ciudad Bolívar y también que algunos de sus miembros trabajan en el de San Cristobal y Potosí en Bogotá.
El dictamen de la juez tuvo como efecto colateral que una obra que venía desarrollándose rigurosamente se diluyera en la compleja burocracia de la Alcaldía: secretarías de Infraestructura, Movilidad, Planeación y Hacienda, e Infimanizales, a tal punto que cualquier decisión requiere de una accidentada gestión, en contravía, por supuesto, del cronograma previsto.
Ante la imposibilidad de que Gensa, por ajustes a la ley, asumiera el encargo de materializar las obras de la Alcaldía anterior, a la que se acudió basados en su experiencia en la construcción de las líneas 1 y 2 del Cable Aéreo, la Terminal de Transportes, la Intersección y Plaza Alfonso López, surgió la necesidad de crear una gerencia con un esquema similar dando origen a Ideas Más.
Ahí empezaron las suspicacias y manoseos políticos, hasta que desmantelaron a la nueva entidad de sus otros encargos.
En días pasados, como si se tratara de una faena taurina, un honorable concejal fotografía en mano exigía la cabeza del último de los profesionales que seguía asesorando la línea 3 y que, hizo parte, en algún momento, de Ideas Más.
Toda esta historia para poner de presente cómo los jueces de la República por falta de asesorías adecuadas o por aquello de que “la letra sola mata…” pueden sabotear el desarrollo de obras civiles vitales para el desempeño de una ciudad, y, también, cómo el desacuerdo o celo político, puede echar al traste aquello que consideramos como “bien común”.
Al respecto dice el arquitecto proyectista de 3 de las estaciones del cable aéreo al enterarse de cómo se había prescindido de un profesional que ha sido fundamental en la concepción y desarrollo de la línea 3: “… su capacidad y agilidad para detectar eventuales problemas o incoherencias entre los insumos técnicos asociados al proyecto, su singular visión integral del mismo, además del empeño y compromiso evidenciados, siempre matizados por un inusual respeto y delicado trato personal, resultan atributos excepcionales que han contribuido de manera significativa a la calidad final de la arquitectura de las tres estaciones, razón de ser y propósito institucional de primer orden para Manizales”.
Opinión con la cual existe consenso entre contratistas e interventores.