En el contexto académico, la importancia de un artículo se identifica por las citaciones que hacen otros investigadores del trabajo publicado, no solamente como referencia de lo que se expresa, para afianzar una tesis o para controvertir lo expuesto o demostrar errores en el proceso investigativo.
Antes eran pocas. Hoy, mediante medidas especializadas, se pueden identificar en las más importantes publicaciones: libros y revistas, relacionadas con temas específicos u otros, que permiten identificar la importancia de lo publicado.
La autopregunta: ¿Cuántas veces me han citado? Es de natural usanza. El autor recibe retroalimentación y está pendiente de los resultados, con objetivos diferentes, inclusive comerciales o simplemente de reconocimiento.
La semana anterior Cathleen O´Grady, Science, publicó un estudio sobre los motivos que se tienen para no hacer citaciones, sobre todo haciendo la comparación entre problemas de carácter científico y las dificultades que surgen de los conflictos de orden sexual.
Se traducen, extraen y modifican algunas líneas del artículo por considerarlo de importancia para todos, no exclusivamente para investigadores.
Cuando una celebridad es acusada de abuso, los seguidores lidian con la pregunta de si continúan interactuando con el trabajo de esa persona. Ahora, los investigadores han explorado si los científicos se sienten de manera similar sobre los estudiosos acusados y descubrieron que tienden a evitar citar a presuntos acosadores sexuales.
Los académicos acusados de mala conducta sexual identifican una disminución en sus citaciones... Pero, los acusados de mala conducta científica no ven el mismo castigo, aunque los investigadores dicen que es más probable que retengan citas de este grupo que aquellos que enfrentan acusaciones de acoso.
Los hallazgos sugieren que los investigadores podrían perder la confianza en académicos acusados de mala conducta sexual, a pesar de que no estaba relacionada con su investigación…
El equipo eligió específicamente los casos de mala conducta sexual y científica que se habían reportado en los medios de comunicación… y asegurar que otros investigadores se hubieran enterado de las acusaciones.
En comparación con los investigadores de control de las mismas disciplinas y universidades de rango similar, los investigadores acusados de mala conducta sexual recibieron menos citaciones en los años posteriores a su procesamiento, lo que los autores llaman una pena de cita. Sin embargo, no hubo una caída estadísticamente significativa en las citas para los acusados de mala conducta científica.
…Los investigadores penalizan fuertemente a los acosadores sexuales cuando las acusaciones son frescas, mientras que las lentas retractaciones e investigaciones de mala conducta científica podrían eventualmente conducir a mayores sanciones para los defraudadores.
Los investigadores también pueden sentir que hay procesos para abordar la mala conducta científica, como la retractación, pero no existe tal recurso por la mala conducta sexual. En ese caso, pueden creer que no citar a alguien es algo que un individuo puede hacer para evitar la complicidad moral.
Los hallazgos desafían la idea de que los investigadores son desapasionados… A pesar de que somos investigadores y científicos, también somos seres humanos que están ineludiblemente involucrados en decisiones morales todos los días.
En todas partes aparecen científicos con comportamientos humanos discutibles. La ciencia no lo es todo.