Escribo en una pausa del Congreso Nacional de Ganaderos, dedicado a la Seguridad Solidaria, en respuesta a la situación de violencia rural que ha vuelto a colocar la seguridad en el primer lugar de las preocupaciones de los ganaderos. Nos preguntamos en el Congreso sobre el porqué de la pobreza rural, a la que unos le adjudican como causa la violencia narcoterrorista que hoy impera en la “Colombia profunda” y, otros, entre ellos los bandidos que ganaron sin votos sus curules en el Congreso, no se apartan de su discurso comunista de que la causa de la pobreza y de todos los males es la tierra, para ellos mal repartida, una bandera con la cual justificaron la violencia con la que destruyeron el campo durante décadas.
No. La violencia, como la pobreza, es apenas un resultado; ¿un resultado de qué? Aunque el país este ciego y no quiera verlo, la pobreza y la violencia, que se volvieron parte del paisaje rural colombiano, son un resultado inevitable..., del abandono. No en vano llaman a esos inmensos territorios la “Colombia profunda”, en una especie de confesión de culpa, porque a ella no ha llegado el Estado con sus recursos e instituciones, ni el progreso, ni el bienestar; solo 300.000 hectáreas de coca y la violencia del narcotráfico, de la minería ilegal, de la extorsión y de toda suerte de delitos que victimizan a la población y afectan la producción agropecuaria.
En ese entorno de violencia, generado por las luchas entre bandidos para garantizar el control territorial necesario para preservar sus rentas ilícitas, está obligada a moverse la ganadería, porque los ganaderos no podemos llevarnos nuestras vacas para otra parte.
Por esta razón, el tema central del Congreso y las propuestas de solución que la Junta Directiva de Fedegán les ofrece a los ganaderos para enfrentar ese clima de violencia creciente que hoy los amenaza, inicialmente con las Brigadas Solidarias Ganaderas, creadas en 2022 como una respuesta a la oleada de invasiones de tierras que se generó por cuenta de los anuncios del Gobierno sobre distribución de tierras.
Las Brigadas Ganaderas, basadas en la solidaridad y en la interacción cercana, permanente y civilista con las autoridades, fueron exitosas en su propósito de evitar las invasiones y lograr la acción oportuna de las autoridades. Por ello, bajo esos mismos principios, y a partir de un sistema de alertas tempranas con base en las tecnologías de comunicaciones, se crearon en 2024 los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, que fueron lanzados durante el Congreso y de los cuales ya hay 129 en operación con más de 8.000 ganaderos afiliados.
Comienzo tienen las cosas; logramos el objetivo de sembrar conciencia sobre la seguridad solidaria, pacífica y civilista en colaboración con las autoridades. Logramos abrir caminos para enfrentar la violencia que nos amenaza desde una perspectiva que no nos aleje de la paz, sino que nos acerque a ella.