El 7 de agosto de 1974 se posesionó como presidente de Colombia Alfonso López Michelsen (1913-2007) para el período 1974-1978. Se había cumplido la alternación en el poder, pactada por los partidos Liberal y Conservador, y aprobada en el plebiscito de 1957, para enfriar el ambiente político generador de violencia que había afectado al país durante largos años, dejando ríos de sangre y lágrimas.
López Michelsen recibió una exquisita educación primaria y secundaria en Francia e Inglaterra, que coronó en Colombia, en la Universidad del Rosario, en Derecho Constitucional, disciplina que aplicó después como catedrático. De profundas inquietudes intelectuales, López cultivó, con intensas lecturas en tres idiomas que dominaba, una sólida cultura, que trasmitió a los estudiantes de derecho y dejó para la posteridad en obras literarias, como la novela Los Elegidos (llevada al cine) y Esbozos y Atisbos, entre otras.
Escritor de impecable estilo idiomático, amena redacción y profundo contenido ideológico y humanístico, con lo expresado en su columna de El Tiempo, que mantuvo en sus últimos años, ponía al país a pensar. La ideología liberal, principio suyo inalterable, la aplicó en todas las actividades que desempeñó, como profesor de derecho, consejero de su padre, el dos veces presidente Alfonso López Pumarejo (1934-1938 y 1942-1945); ministro de Relaciones Exteriores, primer gobernador del recién creado departamento del Cesar, durante el gobierno de Carlos Lleras Restrepo (1966-1979), y congresista.
A raíz de los hechos violentos que protagonizó la Policía conservadora el 6 de septiembre de 1952, cuando ejercía como presidente encargado de Colombia Roberto Urdaneta Arbeláez, en los que, entre otros hechos vandálicos, fue atacada la residencia de López Pumarejo, la familia López se exilió en Méjico. Allí López Michelsen alternó sus actividades académicas con negocios urbanísticos que le permitieron acumular una apreciable fortuna. A su regreso al país se dio a la tarea de formar el Movimiento Revolucionario Liberal, MRL, disidente del oficialismo, imprimiéndole un estilo de izquierda social. A esas banderas se acogieron muchos liberales que consideraban que el “glorioso partido” se había burocratizado y perdido su vocación de avanzada social, para compartir las mieles del poder con sus tradicionales contradictores, acogidos al recién creado Frente Nacional. Así se “borraron las fronteras ideológicas” de los partidos, como había pronosticado López Pumarejo.
Cumplida la alternación presidencial con el gobierno del conservador Misael Pastrana Borrero (1970-1974), el MRL arreció en su campaña para llegar al poder, contando con un apreciable capital electoral, que había acumulado en gestas parlamentarias opositoras del establecimiento bipartidista. López Michelsen, con el liberalismo unido, fue candidato para el período presidencial 74-78, y triunfó, compitiendo con Álvaro Gómez Hurtado, conservador, y María Eugenia Rojas, de la ANAPO, partido creado por su padre, el dictador Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957). López Michelsen fue un ideólogo que enalteció la política colombiana. En su época, los honores democráticos se conquistaban con valores. O témpora o mores.